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JUAN MENÉNDEZ FERNÁNDEZ | Veterinario de la Asociación de Criadores de Gochu Asturcelta

"El gochu asturcelta es la raza de la que se tienen más datos a nivel mundial"

"La población porcina sigue en alto riesgo a pesar de que hay censadas 250 hembras reproductoras y 30 machos en todo el Principado"

El veterinario Juan Menéndez Fernández. LUISMA MURIAS

Juan Menéndez Fernández es veterinario de la Asociación de Criadores de Gochu Asturcelta y desde este colectivo acaba de presentar una tesis doctoral, dirigida por Félix Goyache Goñi e Isabel Álvarez Fernández en la que se estudia la estructura genética de esta raza porcina, con el objetivo de abordar el mayor problema al que se enfrenta la recuperación de la raza: la consanguinidad.

- ¿Por qué decidieron embarcarse en esta tesis?

-Principalmente porque necesitábamos una herramienta para que los ganaderos pudiesen disponer de ella a la hora de cruzar a los gochos que menos parentesco tengan. Desde que empezamos a llevar a cabo la recuperación de la raza, la consanguinidad es el mayor problema al que nos enfrentamos y aunque hay que decir que es algo que no ha ido en aumento gracias al trabajo que estamos llevando a cabo con el libro genealógico, queríamos estudiar cómo de cerca estaba el gochu asturcelta de otras razas que se consideran del mismo tronco, como son el porco galego o el bísaro portugués.

- ¿Y a qué conclusiones han llegado?

-Pues a pesar de todos los análisis de ADN que se han llevado a cabo y otras pruebas complementarias no podemos llegar a una afirmación concluyente o rotunda; es decir, no podemos asegurar que el gochu asturcelta sea una raza completamente diferente o que no lo sea. ¿Por qué? Pues porque hasta los años treinta del siglo pasado había intercambios de animales con la meseta, lo que no quiere decir que la carne del gochu asturcelta sea de peor calidad.

- ¿Si la tesis no ha servido para resolver esta cuestión en que les ha ayudado a avanzar?

-Gracias a esta tesis y a los trabajos llevados a cabo en la recuperación de la raza, cada gochu tiene su carta genealógica. ¿En qué consiste? Pues en que cuando nace un gochu se le colocan dos costales o pendientes y se les identifican y además se les toma una muestra de tejido que es sobre la que se analiza el ADN.

- Cuando comenzaron a recuperar la raza ¿con cuántos gochos partían y de cuántos disponemos ahora?

-La raza se recuperó a partir de seis individuos que se localizaron en los concejos del Suroccidente, fue en los últimos años de los 80. Se empiezan a buscar estos bichos en concejos como Grandas de Salime, Illano, Cangas del Narcea y sólo se encuentran seis y con la ayuda del Principado de Asturias se compran.

- ¿Los propietarios eran conscientes del valor que tenían aquellos gochos, que eran los seis últimos de una raza que estaba a punto de desaparecer?

-No, no lo eran. Ellos tenían los gochos porque eran los que tenían de toda la vida, no eran conscientes para nada del valor añadido que tenían y gracias a aquellos seis ejemplares hoy tenemos en el banco del Serida en Deva más de ocho mil muestras genéticas de gochu asturcelta. No se sabe de ninguna otra raza en el mundo donde se tengan tantos datos de una población. Esto lo hace muy atractiva y particular a ojos de posibles investigaciones futuras.

- ¿Hasta cuándo fue el gochu asturcelta una raza prioritaria en Asturias?

-Hasta los años 50 del pasado siglo: a partir de ahí se empiezan a importar razas de carne barata, cerdos de fácil engorde y se cambia el modelo de producción, se produce entonces lo que conocemos como desaparición por absorción. Según los datos del Ministerio de Agricultura, a mediados de los años 70 desaparecen los censos de gochu asturcelta cuando en los años cincuenta había hasta 250.000 madres.

- ¿Podemos decir que la raza está ya recuperada?

-No, la raza sigue en peligro de extinción y necesita de mucho mimo. Hoy contamos con unas 250 hembras reproductoras y 30 machos en toda Asturias.

- Esos fundadores o generación 1, como ustedes los llaman ¿tenían parentesco entre sí?

-Algunos de ellos sí, y fueron utilizados durante mucho tiempo, los cruzamos con la generación 2 (los hijos), con la 3 (los nietos) y hasta con la 4 (los biznietos) para ver qué era lo que pasaba. De ahí extrajimos datos interesantes que están recogidos y que nos aportan una información importantísima para estudiar la evolución de la especie.

- ¿Qué implica la consanguinidad?

-La pérdida de variabilidad genética.

- ¿Un particular que quiere un gochu asturcelta para criar o para consumo propio puede adquirirlo sin problema?

-Para consumo propio no hay ningún problema, para criar tiene que tener una autorización administrativa.

- ¿Qué conclusión saca usted de este trabajo?

-Que merece la pena trabajar por recuperar las razas autóctonas y que es posible y fundamental el trabajo conjunto entre ganaderos y administraciones.

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