El asesino que mató de dos tiros a Iván Castro Verdejo pudo confundirlo con otra persona. Es una de las hipótesis que sopesan los agentes de la Policía Judicial de Langreo y Oviedo que llevan la investigación para explicar un crimen que ha conmocionado a la región y cuyo móvil permanece por el momento en la más absoluta oscuridad. Después de que el Delegado del Gobierno especulase con que se trataba de un crimen relacionado con el mundo de la droga, la familia de Iván Castro le reivindicó y negó que frecuentase esos ambientes. Ayer, en medio de un silencio que se cortaba, los restos del joven asesinado a los 31 años fueron conducidos al tanatorio, donde los familiares reclamaron un rápido esclarecimiento de lo ocurrido. La Policía sigue buscando indicios, pero la investigación está aún muy cerrada. Llevará tiempo. Lo que parece claro es que el asesinato se ha llevado a cabo con una limpieza y profesionalidad que hacen pensar en una ejecución.

La sala número 11 del tanatorio de Langreo tardó poco en llenarse tras el traslado de los restos de Iván Castro, en torno a las tres de la tarde de ayer. Había silencio en la habitación, y también fuera, a pesar de los muchos amigos que estuvieron arropando a la familia desde primera hora de la tarde. Un silencio que sólo rompieron algunos familiares con un ruego unánime: "Queremos que esto acabe ya, queremos que cojan ya al que lo hizo", señalaron.

La familia está "destrozada". "La madre de Iván está en estado de shock desde que supo que Iván había muerto", afirmaron fuentes del entorno. La mujer, Purificación Castro, supo del asesinato en el garaje de la calle Ingeniero Fernando Casariego de Langreo a través de las redes sociales. "Avisó a Yonathan (hermano mellizo de Iván) para que fuera, porque sabía que Iván tenía una plaza alquilada allí", señalaron las mismas fuentes. El joven llegó al lugar pasadas las diez de la noche del jueves, según testigos, habló brevemente con un policía y se llevó las manos a la cabeza antes de entrar en las cocheras.

Yonathan Castro estaba ayer en la sala del tanatorio, rodeado por un grupo de amigos. Mientras familiares y allegados velaban a Iván Castro Verdejo, la investigación policial continuaba. Los agentes de la Policía Nacional de Langreo volvieron ayer a inspeccionar el garaje en el que se cometió el crimen. Hasta el momento, no ha aparecido el arma homicida. La autopsia del cuerpo reveló que falleció de dos disparos: uno en el costado y otro en la cabeza. Son los únicos disparos que se efectuaron, según la investigación, porque sólo se han recuperado dos casquillos.

La familia está muy agradecida de la labor desempeñada por los agentes involucrados en la investigación. No así respecto al delegado de Gobierno, Gabino de Lorenzo, que afirmó públicamente que el asesinato "fue un problema de drogas, dicho con toda la cautela y teniendo en cuenta los antecedentes de la víctima". "Mi hijo era una gran persona", respondió la madre a través de un comunicado, que hizo público en Facebook. Purificación Castro pidió que "se respeten la memoria de mi hijo y su integridad, ya que la insensibilidad y los juicios de valor infundados aumentan aún más el dolor en estos momentos tan difíciles". La publicación tiene casi 400 compartidos y ha recibido centenares de mensajes de ánimo y de admiración hacia ella y su hijo.

El alcalde de Langreo, Jesús Sánchez, se ha sumado al apoyo a la familia tras las declaraciones del delegado de Gobierno: "En principio, la familia y la víctima merecen todo nuestro respeto", señaló el regidor. El máximo dirigente local exigió a De Lorenzo que "sea moderado en sus declaraciones". "Lo que ha dicho hasta ahora, no parece propio de un responsable político", concluyó el regidor.

La Policía mantiene todas las hipótesis abiertas en este crimen, incluida la posibilidad de que se trate de un ajuste de cuentas. Los agentes sospechan que el asesino pudo entrar con la víctima en el garaje donde se cometió el crimen, o incluso que podía estar esperándole en el interior del mismo. El joven vestía un chandal y zapatillas de deporte, y tenía el móvil en la mano. El fallecimiento se produjo prácticamente en el acto a consecuencia del disparo que el joven recibió en la cabeza. El cuerpo fue encontrado por una pareja en torno a las seis y media de la tarde del jueves, iniciándose se inmediato la investigación.

Los agentes buscaron esa misma noche el arma homicida en los alrededores, incluidos los contenedores. No se encontró ni el arma ni otros indicios que permitan aclarar el crimen. También se han revisado las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona por si hubiese alguna imagen que permita identificar al asesino o acotar los movimientos de la víctima antes del crimen.

Iván Castro Verdejo será enterrado hoy domingo en el cementerio municipal de Pando (Langreo), después de un funeral que se celebrará a la una menos cuarto de la tarde en la iglesia parroquial de Riaño. Decenas de personas acudirán a despedirle.