Asturias les da buen pálpito a los turistas. Basta acercarse a las administraciones de loterías de Oviedo, Gijón y Avilés y ver las largas colas que se forman estos días de puente para darse cuenta de que nadie quiere irse sin su décimo asturiano. ¡Si doña Manolita levantase la cabeza seguro que alucinaría viendo como en Asturias le hacen, pero bien, la competencia!

Hugo Rodríguez se pilló ayer un buen chaparrón para comprar dos décimos en la administración de El Fontán y se los lleva directos a Puerto Real, Cádiz, la comunidad con más paro de todo el país. El día 28 de diciembre él también pasará a engrosar las listas del paro, pero oye "si me toca la lotería la cosa me preocupa menos y yo tengo un pálpito con este número, estoy seguro que la suerte este año se queda en el Norte". Lleva Hugo Rodríguez unos días por Asturias y se va "encandilado, de todo, de la gente, de sus quesos, de los paisajes. Y cuando me toque la lotería ya será la bomba".

Ana María Martínez y Francisco Javier Cosmen tampoco quieren marchar de regreso a Tomelloso sin su décimo. "Nos ha dado la sensación de que va a tocar aquí, además a mí-relata Ana María- estuvo a punto de tocarme el Gordo una vez, me faltaban los dos primeros números y otra vez me tocaron ochocientos cincuenta euros, vamos que ando rondando la suerte", dice emocionada.

En Gijón, las administraciones de loterías más céntricas mantuvieron sus puertas abiertas durante todo el puente para aprovechar el tirón de los visitantes. "El turismo es una parte importantísima de nuestro negocio", asegura Borja Muñiz, titular de una administración de loterías número 5 , "se nota que la gente de fuera viene con ganas de gastar y ganar".

Para Mercedes Castañón, de la administración de loterías del Muelle de Oriente, "en este puente damos el último empujón de ventas de la campaña porque el que viene se lleva lotería". Elisabeth Torres, de la administración de loterías de la calle Pedro Duro, explica que "se ve un repunte respecto a otros años". Isabel González tiene su despacho de Loterías en el avilesino barrio de Sabugo desde mediados de los ochenta. Asegura que "las cuentas las cerramos a final de año, pero han aumentado los pedidos". Los pedidos los hacen los colectivos sociales: las asociaciones, los clubes de fútbol. "A comienzos de julio es cuando empieza a llegar la Lotería de Navidad a la administración. La tengo toda repartida, lo que no sé yo es si el crecimiento de pedidos va en paralelo con las devoluciones", asume. En todo caso, admite que las colas delante de su despacho "son continuas, pero todavía me falta gente por venir". Suerte.