La huella del temporal generado por la borrasca "Ana" ya se nota con fuerza en los ríos asturianos, que bajan crecidos y con fuerza fruto de las continuas precipitaciones en las últimas horas.

El río Nalón se ha desbordado esta mañana a su paso por Pravia. El prao del Xiringüelu está ahora completamente inundado y ha dejado vacas atrapadas en algunos puntos. El Nalón también está creciendo a la altura de Palomar, cerca de Bueño, en Ribera de Arriba. También el Trubia está alcanzando un buen nivel.

El único río en prealerta, al haber superado el metro ochenta de caudal, es el Pigüeña, en Belmonte de Miranda, según datos de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico. También el Narcea, a su paso por Salas, y el Noreña, a la altura de La Fresneda, en Siero, están alcanzando niveles que requieren de seguimiento, según la misma fuente. El río Raíces, en Salinas, también están dando signos alarmantes.

La región se está viendo azotada por la ciclogénesis explosiva "Ana", que está soltando ingentes cantidades de agua. En Corias (Cangas del Narcea), llevan acumulados 74,3 milímetros de agua por centímetro cuadrado en 24 horas; en Belmonte de Miranda, 67,7; en Salas, más de 55; en Palomar, 61; en San Antolín de Ibias, poco más de 60. El viento sigue pegando con fuerza, especialmente en la costa. A las dos y media de esta tarde se ha registrado una racha de 102 kilómetros por hora en Cabo Peñas.