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La extensión del cupo vasco finiquitaría la solidaridad y la soberanía fiscal del Estado

La aplicación hoy del modelo foral no perjudicaría a Asturias, pero a la larga sí: se quedaría sin mecanismos de nivelación, avisan los expertos

La extensión del cupo vasco finiquitaría la solidaridad y la soberanía fiscal del Estado

La propuesta del lendakari, Íñigo Urkullu, de extender el modelo del cupo vasco al conjunto de España aprovechando la reforma del sistema común de financiación no sale gratis y acarrearía graves consecuencias en clave económica y hasta política. De entrada, finiquitaría la solidaridad inter territorial y acabaría con la soberanía fiscal del Estado, según coinciden dos expertos en financiación autonómica como el profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo, Santiago Álvarez, y el exconsejero de Economía y Hacienda del Principado, Jaime Rabanal, que recientemente representó a Castilla y León en el grupo de expertos para la reforma del sistema de financiación.

Iñigo Urkullu defiende la descentralización de la recaudación de impuestos, que pasaría a ser competencia exclusiva de cada autonomía, como fórmula para reformar el sistema común de financiación, que está ahora a debate.

Santiago Álvarez, exvicerrector de la Universidad de Oviedo y profesor de Economía, aborda las consecuencias que tendría la extensión del cupo a todo el país desde dos perspectivas, la tributaria y la financiera. La resultante de ambas, a su juicio, sería negativa. "Desde el punto de vista tributario es absurdo. El Gobierno central no cobraría impuestos en las partes del territorio que se acogieran al Concierto, lo que conlleva que se reduciría la soberanía fiscal del Estado en beneficio de las comunidades autónomas", argumenta el profesor Álvarez, que abunda en los efectos que acarrearía esa descentralización. "Se abriría aún más el abanico de la competencia fiscal, que alcanzaría a impuestos tan sensibles como el de Sociedades. Madrid y Cataluña serían las más beneficiadas por ser sede de las mayores empresas", apunta el economista, que también advierte del finiquito que la extensión del cupo implicaría para la solidaridad inter territorial. Extender un modelo de Concierto "conllevaría acabar con la nivelación entre territorios, que está reconocida en la Constitución", precisó Santiago Álvarez, quien resumió a modo de conclusión que las autonomías con ingresos por encima de la media irían al cupo mientras que "el Estado debería cargar con autonomías con ingresos por debajo de la media, con lo que el Estado entraría en quiebra".

Jaime Rabanal fue contundente en su valoración. "Si se deja al Estado sin instrumentos para hacer política y hablamos de 17 administraciones tributarias diferenciadas, estamos hablando en la práctica de un país totalmente distinto desde el punto de vista política", sostiene el exconsejero de Hacienda del Principado a quien tocó lidiar en la anterior reforma del sistema de financiación, durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. "Si se extendiera el cupo, Asturias inicialmente estaría entre las regiones de la zona media, ni ganaría ni perdería, pero a la larga la solidaridad desaparecería y saldría perjudicada", afirmó Rabanal, quien señaló que "generaría mayor desigualdad y asimetría entre autonomías". En su opinión, "generalizar el Concierto en términos financieros y de gestión es imposible". El experto de Castilla y León en el grupo de trabajo sobre la reforma de la financiación cree que "el sistema común es mejorable y se puede hacer pero no con la extensión del cupo".

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