La Confederación Hidrográfica del Cantábrico ha levantado la prealerta por sequía en su Demarcación Occidental.

La Oficina Técnica de Sequía, constituida en la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, ha considerado, a la vista de la situación de los indicadores hidrológicos y las lluvias generalizadas de los últimos días, que no se mantienen las condiciones que motivaron la declaración de prealerta en su Demarcación Occidental.

Por ello, el Organismo de cuenca ha resulto dar por concluida la situación de prealerta declarada el 7 de junio de 2017 y retornar al escenario de normalidad en la Demarcación Hidrográfica del Cantábrico Occidental.

El pasado junio la reserva hidráulica en las cuencas hidrográficas del Cantábrico estaba en el 86 por ciento de su capacidad total. Los embalses almacenan actualmente 103 hectómetros cúbicos de agua, 6 hectómetros cúbicos menos que el año pasado por esas mismas fechas. El Cantábrico oriental, que no incluye las cuencas internas del País Vasco, gestionadas por la Agencia Vasca del Agua, contaba en el momento de la prealerta por sequía con una cantidad de agua embalsada de 64 hectómetros cúbicos, es decir, un hectómetro cúbico menos que el año pasado; y el Cantábrico occidental llega a día de hoy hasta los 39 hectómetros cúbicos, 5 menos que el año pasado.

Desde el punto de vista de la sequía hidrológica, la situación en las demarcaciones (occidental y oriental) puede considerarse aceptable. Pese a ello, la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) ha decidido dejar en suspenso el nivel de prealerta en la demarcación occidental en previsión de problemas por el estiaje. Aunque la situación de los embalses es ahora mismo aceptable en las cuencas del Navia y del Nalón (Asturias), en otros sistemas también de Asturias y de Cantabria (Sella, Deva-Cares, Asón, Agüera, Pas-Mera, Gandarillas, Deva, Llanes, Villaviciosa, Esva y Eo), los abastecimientos sin regulación por embalse pueden presentar problemas a medio plazo.

En Cantabria, se prestó especial atención durante estos meses de prealerta por sequía al sistema Saja-Besaya, por su conexión con el embalse del Ebro, que está actualmente al 49 por ciento de su capacidad.

A la vista de aquella situación, la CHC realizó una recomendación a los ayuntamientos para que racionalizasen el uso del agua y durante esa época abandonasen actividades como el baldeo de calles o el riego habitual de parques y jardines. Las estaciones pluviométricas de Oviedo y Santander llevan registradas, a fecha 30 de mayo, una precipitación de 544 y 597 milímetros desde el inicio del año hidrológico, cuando los valores medios para ese periodo son de 729 y 855 milímetros respectivamente.