"Nos mandan a la nieve con ropa de playa", clamaba ayer un trabajador del servicio de Conservación de Carreteras de la Consejería de Infraestructuras. Exageraba, pero sí es cierto que, como el resto de sus compañeros, lleva dos años sin recibir la ropa de trabajo acordada con los sindicatos, salvo unas botas, casco, gorra y guantes. No será por mucho tiempo, pues la Consejería ya ha iniciado el envío de todas las vestimentas correspondientes a los años 2016 y 2017. No obstante, de los 30 centros de trabajo de Infraestructuras, a fecha de ayer, solo uno había recibido su paquete. Fuentes de la Consejería aseguraron que ya se ha entregado toda la ropa de trabajo consensuada con los sindicatos.

Infraestructuras siempre entregaba ropa y calzado de trabajo "de calidad ínfima" y "tarde", destacó el presidente del comité de empresa de la Consejería, Marco García, de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI): forros polares "de veinticinco euros", anoraks "de cuarenta y cinco", en definitiva, "ropa mala". Los representantes sindicales alcanzaron un acuerdo a principios de 2016 para mejorar la calidad de las vestimentas y mejorar los tiempos de entrega (la ropa de invierno solía llegar al final de esa estación). La Consejería aceptó adquirir ropa y calzado "de la máxima calidad". Pero desde entonces no habían recibido ropa alguna. De ahí que algunos trabajadores de la Consejería se vean obligados a utilizar vestimentas "de hasta hace siete u ocho años", resaltó el sindicalista. Peor lo tienen los contratados hace menos de dos años, pues no han recibido ropa alguna, lo que, unido a que en el almacén de Infraestructuras se agotó el género, los obliga a utilizar "ropa de casa" o a pedirla a algún compañero" para trabajar "en muchas ocasiones bajo cero", destacó Marco García.

"Hay gente que tiene que ir a la nieve sin ropa de abrigo", indicó Marco García, quien apuntó que el "problema" es la tardanza en resolver los contratos. El inicio de los envíos con las nuevas ropas y calzados detiene la intención inicial de los sindicalistas de elevar sus quejas a la Inspección de Trabajo, después de que se les hubiera asegurado desde hace seis meses que la entrega estaba "a punto" de materializarse. Solo en Conservación de Carreteras trabajan más de 200 personas. Pero hay otros empleados afectados, como los de la draga del Principado, los agentes del Medio Natural, los técnicos de Medio Ambiente o los inspectores de Transportes.