"Vengo a mandar una magnífica unidad a una magnífica tierra", resumió ayer el nuevo coronel jefe del Regimiento "Príncipe", Manuel Pérez López, un militar procedente de Operaciones Especiales, con cuatro misiones en el exterior -dos en Bosnia y dos en Afganistán- y cuya mayor preocupación será ofrecer el "máximo apoyo" a las familias de los soldados de la unidad de cara a la próxima misión del Líbano, que se desarrollará a partir de noviembre, aunque los preparativos comenzarán ya en marzo.

Y es que para el nuevo comandante militar de Asturias, las familias son "parte de la unidad". Pérez López tomó posesión en un sencillo acto presidido por el general Antonio Romero Losada, jefe de la brigada "Galicia", a la que pertenece el "Príncipe". El nuevo coronel jefe recibió el guión del regimiento de su antecesor, un emocionado Raimundo Rodríguez Roca, que ahora dirige sus pasos al Estado Mayor del Ejército, a un puesto de planificación.

Precisamente, Pérez López ha desarrollado su labor en los últimos tiempos en el Centro de Transformación del Estado Mayor, que ha dirigido desde su ascenso a coronel el pasado mes de julio, y ha estado muy en contacto con el "Príncipe", llevando a cabo la entrega de los RG-31 y los BMR con que cuenta la unidad, veteranos de las misiones de Afganistán, dentro de las acciones para transformar al regimiento en una unidad reforzada. Este proceso se completará a miedo plazo con la incorporación de los vehículos 8x8 "Piranha V".

Gaditano de 51 años, Manuel Pérez López -que estuvo acompañado en los actos de su esposa y sus hijos, aún pequeños- describió su principal reto: "No podemos perder el referente de nuestra razón de ser, estamos obligados a preparar el próximo combate y ganarlo". Y es que "el servicio a la sociedad lo proporcionamos preparándonos para cualquier escenario".

Incertidumbre

En la misión del Líbano, a la que acudirán unos 250 efectivos del batallón "Toledo" -podría haber otra de seguridad cooperativa en el norte de África-, Pérez López no prevé "complicaciones", ya que "la gente está muy concienciada y es profesional". No obstante, admitió que "el cambio de actitud de Estados Unidos puede hacer que la situación cambie" en el Líbano, pero está "seguro de que el regimiento se preparará adecuadamente y será capaz de adaptarse a cualquier eventualidad". El estado de ánimo de las familias le preocupa "bastante". Por eso quiere hacer lo posible para arroparlas "durante y después de la misión".

De hecho, en su alocución ante los dos batallones del regimiento -falta una compañía, de maniobras en Tarragona-, el coronel informó al general Romero que el regimiento está "dispuesto a ser utilizado con prontitud en cualquiera de las misiones de mayor fatiga". Los soldados del "Príncipe" mostraron de forma práctica esa disposición, soportando toda la parada militar -en la que la tropa estuvo mandada por el teniente coronel jefe del batallón "San Quintín", Fernando Cano- de manga corta, desafiando estoicamente el frío.

Como no podía ser de otro modo, Pérez López encomendó el regimiento a la Asunción, patrona de la Infantería, y a la Virgen de Covadonga, patrona de Asturias. El coronel se comprometió a "seguir manteniendo los estrechos vínculos de la unidad con esta tierra, sobre todo teniendo en cuenta que el próximo año se cumplen 125 desde la llegada del regimiento a Asturias".