Un grupo de opositores que participaron el pasado mes en una prueba para auxiliares educadores, a la que concurrieron cerca de 4.000 personal para 10 plazas, sostienen que el examen fue "humillante" por sus preguntas "enrevesadas, rebuscadas y pocos usuales".

El examen del turno libre, que tuvo lugar el 25 de noviembre, consistió en un test de 50 preguntas de un programa de 26 temas. Se exigían 35 aciertos para superar la prueba, de la que debían salir 90 aprobados (9 personas por plaza) para acceder al segundo y definitivo examen. "Fue un despropósito de cuestionario con preguntas formuladas de tal modo que parecía que su finalidad era despistar al opositor", coinciden varios de los opositores. "Somos muchos los que pensamos que este Tribunal quiso demostrar que son mentes privilegiadas y muy superiores a los pobres opositores". El resultado del examen saldrá en enero.