Hasta en Navidad, los asturianos se dejan llevar por la pereza: un 16% (la cifra más alta de toda España), el equivalente a 125.000 personas de entre 18 y 75 años, dejan para el último momento la adquisición de los regalos de Papá Noel. Sin embargo, no sucede lo mismo con la compra de la Lotería, la tarea navideña que se realiza con más antelación. Con los propósitos de Año Nuevo también los asturianos se hacen los "remolones". Comenzar a hacer ejercicio (24%), empezar una dieta (22%) y poner fin a la procrastinación de tareas (21%) son los que más se posponen en Asturias. La procrastinación responde a la acción de "posponer una tarea por desidia o dejadez", algo muy habitual en el ámbito doméstico, en el que el bricolaje o pedir cita al médico, que se incluyen todas ellas entre las obligaciones que les parecen más pesadas a los asturianos. Las labores a las que más "patadas hacia delante" se dan en las casas del Principado son limpiar el horno o el microondas, organizar la nevera, planchar, hacer el cambio de ropa cada temporada y limpiar los baños; mientras que, en la higiene personal, cortarse el pelo y afeitarse o depilarse. 313.500 asturianos (40%) reconocen procrastinar sus tareas de forma habitual. De ellos, 32.700 (4%) confiesan ser "procrastinadores crónicos", llegando a realizar sus obligaciones fuera de plazo. El perfil del procrastinador: hombres de entre 18 y 24 años. Sin embargo, con el edad el hábito cambia y los mayores de 65 años afirman cumplir con todos sus deberes a tiempo.