Por si acaso Rosa Acebal Muñiz no había salido suficiente en los papeles y las pantallas cuando en 2012 repartió el Gordo de Navidad, esta ovetense de 46 años, que regenta junto a su hermano Julio un estanco-administración de lotería en la calle Jovellanos, es una de las protagonistas de un spot radiofónico que da estos días la vuelta a España en distintas emisoras y que la ha convertido en una pequeña estrella de las ondas.

En la grabación Rosa recuerda aquella mañana de sábado, 22 de diciembre de 2012. "Estaba en casa y de repente veo que tengo 27 llamadas perdidas en el móvil. Algo pasa, me dije, y tiene que ser muy urgente". Y tan urgente: había repartido el Gordo del sorteo de la lotería de Navidad.

- ¿Número?

-El 76058.

- ¿Lo siguen vendiendo?

-Imposible. Nosotros somos un negocio mixto y las administraciones de lotería se quedan con él porque tienen prioridad.

La imagen de Rosa brindando con cava y sidra asturiana acaparó todos los telediarios. "Empezaron a venir constructores que me querían vender pisos, y yo les decía que no podía, que a mí no me había tocado nada. No se lo creían, porque yo brindaba pero lo hacía por los demás, por tantas personas que se llevaron gracias a nuestro número una inmensa alegría"-

- ¿Seguro que no le tocó? No me engañe.

-Que no, que no. En aquel sorteo mi premio fueron exactamente 120 euros.

Suerte aliada

La voz de Rosa, aguda y agradable (por eso la eligieron) está generando reacciones sorprendentes. "Yo estudié en el colegio San Ignacio y me llaman antiguos compañeros a los que les había perdido la pista para decirme que me habían escuchado en la radio".

Desde aquella agitada mañana de diciembre de 2012 la suerte parece haberse aliado con estas dos hermanas que son la cuarta generación en el negocio. "Dimos el cuarto premio de Navidad en 2014, al año siguiente se dio una carambola que estadísticamente es casi imposible porque vendimos el tercero, el cuarto y el quinto premio, y en 2016 el segundo. Está muy bien teniendo en cuenta que tan solo llevamos desde 2010 vendiendo lotería. Y todo esto es una pasada porque no hay nada más increíble y agradable que alegrar un poco la vida a la gente".

Lo mismo que tú

A Rosa Acebal le llegan clientes de toda Asturias y le llaman otros desde distintos puntos de España asegurando que quieren que sea ella la que les dé el número. A escasas horas del sorteo ya, están agotadas todas las terminaciones en 5 y en 7, y hace tiempo que no hay décimos terminados en 17, dígito que coincide con el año en curso.

"A veces llaman clientes que piden jugar el mismo número que nosotras, pero es que en realidad yo no juego mucho, unos 200 euros. Es un dinero pero le puedo asegurar que hay muchos que juegan muchísimo más que yo", dice Rosa Acebal, heredera de una tradición comercial que le llega por padre y madre.

"Mi familia paterna regentaba la panadería El Molinón. Mi familia materna el estanco de la estación del Vasco, que después pasó a la calle Jovellanos, que estaba muy cerca. El negocio del estanco lo inició nuestra bisabuela en el año 1931", explica.

El spot radiofónico ubica la administración lotera en Oviedo, sin dar más detalles pero "para nosotras es una publicidad, y además gratuita. ¿Cobrar por poner mi voz? Pues no, en realidad es algo que nunca me lo había ni planteado".