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El creciente protagonismo de los productos saludables

La huerta asturiana reverdece en Navidad

Las ensaladas son las nuevas "estrellas" de las mesas festivas, en las que se sirven menús más ligeros, en consonancia con la alimentación sana

La huerta asturiana reverdece en Navidad MIKI LÓPEZ

¿Cenar ensalada en Nochebuena? Pues parece ser que sí. La fiebre por la comida saludable recorre el mundo y Asturias no iba a ser una excepción. Lechugas, lombardas, canónigos y escarolas ganan protagonismo en las mesas navideñas. Esto no quiere decir que hace años no se consumiesen durante las fiestas; por supuesto que sí, pero siempre como acompañamiento o complemento del menú.

Ahora todo es diferente. La huerta asturiana, que en esta época basa su producción en invernaderos, está de enhorabuena. Los clientes llegan a las fruterías y demandan varios tipos de lechugas para elaborar ensaladas creativas que en muchos casos llevan también frutos secos o frutas relativamente exóticas como la granada, otra estrella fulgurante de la Navidad.

"Se vende más verdura que otros años; notamos una tendencia al alza que ha sido progresiva", indica Mónica García González, propietaria de la frutería González Méjica, en Oviedo. Trocadero, hoja de roble o iceberg son los tipos de lechuga más demandados. "También nos piden mucha lombarda y entre las frutas, granada, que está en auge", añade la comerciante, que hasta hace poco cultivaba en su huerta muchos de los productos que vendía. En estos momentos se surte de pequeños agricultores que siguen sistemas de cultivo tradicional. "Aunque parezca mentira, la gente nos pide cebollas de alta calidad y aprecia las que son autóctonas". En general, se emplean más verduras de todo tipo en los menús, aunque en Asturias apenas tengan tirón productos como el cardo o la borraja, tan típicos en estas fechas en áreas como Navarra.

Siguiendo la estela de la pasión por la alimentación sana, cobran realce los pescados y mariscos, clásicos en Navidad, que viven una nueva edad dorada. Así lo constata Ana Belén Rico, propietaria de Pescados Milagros, que reconoce un ascenso de ventas navideñas de especies como el pixín y el besugo, a pesar de las subidas de precios que siempre se producen por estas fechas. "La gente que come pescado todo el año también lo consume en Navidad, y muchas personas que quieren una cena ligera o que deben seguir una dieta también se decantan por los productos del mar".

"Hay pescados de todos los precios; una merluza del Cantábrico es bastante asequible y es una buena opción", señala Rico.

La lubina repunta con fuerza en la cesta navideña. En el apartado de mariscos están de moda el centollo, los langostinos, los gambones de siempre y, por supuesto, las nécoras, que se emplean para elaborar sopa.

Las angulas, que se venden por encargo, y según Ana Belén Rico aumentan su demanda, a pesar de su alto precio, son otro capricho navideño del que no se privan los asturianos que pueden permitirse los 700 euros por kilo que alcanzaron en días pasados, y que sin duda subirán a medida que se acerca la cena del 24 de diciembre. Las carnes asturianas continúan en el circuito gastronómico festivo. Ganan protagonismo las piezas de caza (jabalí y venado, sobre todo) y los platos preparados. Juan Arrieta, dueño de la carnicería Arrieta de Oviedo, constata que los clientes llevan ahora menos cantidad de alimentos, y huyen de recetas muy elaboradas. "Seguimos vendiendo solomillo, lechazo, pitu caleya y rollo de carne, pero notamos que los clientes se moderan más en el consumo, también para evitar las sobras, que suelen acabar en la basura", señala Arrieta.

La sidra con burbujas es otro producto al alza, debido, en buena medida, al descenso de la venta de cava catalán.

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