La epidemia de gripe en Asturias continúa en aumento. La semana pasada se contabilizaron 353 casos por cada 100.000 habitantes, lo que viene a suponer cerca de 4.000 afectados en ese periodo de tiempo. Con todas las cautelas que el comportamiento de la gripe suele exigir, los expertos sostienen que lo más previsible es que la curva epidémica siga ascendiendo en esta última semana del año y en las dos primeras de 2018, que alcance su cénit a mediados de enero, y que a partir de ese momento comience a descender. Los virus gripales de tipo B, menos contagiosos que los de tipo A, y menos propensos a afectar de forma masiva a las personas mayores, continúan monopolizando el panorama casi de forma absoluta (ocho de cada diez virus aislados son B).

Asturias sigue liderando el ranking nacional de tasas de gripe. Hace dos semanas multiplicaba por diez el promedio de España; la semana pasada -cuyos datos se difundieron ayer- la multiplicaba por cinco (367 por 100.000 frente a 70 por 100.000). La tasa nacional de gripe rebasó la semana pasada por vez primera el umbral mínimo de epidemia.

Según la Consejería de Sanidad del Principado, la incidencia de la gripe se incrementa sobre todo entre los menores de cinco años, aunque también empieza a aumentar significativamente en todos los grupos de edad (excepto en el grupo de 5 a 14 años, en el que disminuye). Los adultos, principalmente entre 50 y 65 años, registran asimismo tasas relevantes."Se espera un incremento de la demanda asistencial por procesos gripales, tanto en atención primaria como en los hospitales, aunque con una baja proporción de casos graves, que se vaticina sean claramente inferiores a los de la temporada anterior", pronostica Sanidad.