El primer premio del sorteo de Lotería de Navidad llegó a Avilés desde Galicia de rebote. Los dueños de una pescadería en el barrio de La Luz -Beatriz Sánchez y Enrique Fernández- y la propietaria de una cafetería en Las Vegas en Corvera -Pilar Álvarez, junto con su marido y su cuñada- fueron los afortunados que poseían el número más codiciado: el 71.198. Los responsables de los dos negocios se hicieron con el boleto en el mismo sitio: el bar Cascudo, en la parroquia gallega de Villalba, que ayer se hizo famoso por despachar 50 series del Gordo.

Beatriz Sánchez empezó mal el día que se hizo millonaria. A las 5.00 horas, cuando salió hacia su pescadería, descubrió que las llaves de la furgoneta del negocio se habían estropeado. El despiste de dejárselas en la lavadora le costará casi 200 euros. Pero qué son dos billetes de cien para ella y su marido, Enrique Fernández, que horas después iban a ganar 400.000 euros.

A esta pareja de la Luz, la vida les cambió en minutos. Lo que se tarda en preparar un caldo caliente. El reloj marcaba las 12.15 horas, cuando Beatriz Sánchez miró al radiocassete por el que seguía el sorteo, como si fuera un objeto de otro planeta. La radio repasaba los premios. No dio ni un sorbo al tazón que sostenía con los guantes de limpiar pescado, cuando cambió el recipiente por la copa de champán. El primer premio que los niños de San Ildefonso cantaron a las 11.55 horas fue a parar a Avilés.

Cómo se hicieron con un décimo premiado es una cadena de casualidades. Lo compraron en el bar Cascudo, en la parroquia lucense de Villalba meses atrás. El restaurante les era conocido, puesto que en unas vacaciones, hicieron un alto en el camino y se dejaron las llaves allí. En su segunda visita fue cuando compraron el boleto ganador. Fue en el regreso de una escapada de dos días a un balneario. "Nos costó 99 euros el viaje, era una oferta de fin de semana. Fíjate lo que son las cosas", chilló ayer Beatriz Sánchez en medio de la celebración. Al bar Cascudo llegaron porque de vuelta a Asturias, el azar y la lluvia les obligaron a tomar el desvío de Villalba de nuevo.

En el bar se acordaban de ellos: "Nos tenían las llaves guardadas, nos invitaron al café y nos ofrecieron lotería", relata Enrique Sánchez con los ojos rojos de haber llorado mucho. La pareja avilesina no se plantea cerrar la pescadería en la que llevan trabajando once años. "Taparemos agujeros, lo típico", gritaron entre risas. Agujeros eso sí del tamaño de casi 50 millones de las antiguas pesetas.

Tampoco va a cerrar su negocio Pilar Álvarez. "¿Dónde vamos a ver el Madrid-Barça?", preguntaban los clientes del bar al verla emocionada: "Aquí, por supuesto, que mañana -por hoy- abro. La menda va a seguir trabajando", respondía ella ayer. Y justo cuando todos la felicitaban, llegó la llamada de su cuñada: "¿También tenéis un décimo? Es increíble". Ese décimo se fue a Ranón (Castrillón). Y es que fue precisamente en el bar, trabajando y con el sorteo en la televisión, cuando se dio cuenta de que le había tocado el Gordo. "Tengo todos mis números apuntados en un papel para mirar entre pedido y pedido", aseguró este vecino.

La historia fue similar a la de la pareja de La Luz. Junto con su marido, Pilar Álvarez regresaba de unos días de vacaciones en Pontevedra allá por noviembre, cuando se le "antojó" un café. "Volvíamos de la única semana de descanso que tengo al año. Mi marido no quería parar, pero yo necesitaba un café ya. Acabamos allí por casualidad", señaló. Ahora le puede recordar a su pareja que aquella interrupción del viaje les hizo ganar 400.000 euros.

Al margen de estos décimos y el del quinto premio que tocó en el Carbayedo, la suerte fue bastante esquiva con la comarca de Avilés. Eso sí, muchos pudieron lucir ayer billetes y participaciones premiadas, aunque fuera con "pellizquitos". Ese fue el caso de los que tenían una participación de la liga amateur de fútbol 7 de Raíces, cuyo impulsor repartió 383 décimos del número 14.404, que se llevó la pedrea (100 euros al décimo). "Al final son 38.300 euros, que no está mal", afirmó el organizador. Otros como el club de baloncesto ADBA, dio diez euros por cada dos de participación, o la asociación de vecinos de La Luz, a la que le tocó "lo puesto", por la terminación del Gordo. Pequeñas alegrías para los que no pasaron por el bar Cascudo.