Un cerco de champán en el delantal, una nube de gente arremolinada frente a su carnicería de La Felguera y una sonrisa perenne en el rostro delataban ayer a Borja García Cuesta. Este joven de 25 años y sus padres repartieron en Langreo y Gijón cerca de un millón de euros con los décimos del cuarto premio vendidos en los negocios familiares.

Los compraron en Candás y ellos mismos también resultaron agraciados. "Me quedé algunos, pero no voy a decir cuántos. De momento estoy soltero y no tengo muchos gastos, pero dedicaré algo a reformar el negocio y algún viaje caerá", explicó con humor.

"Solemos coger la lotería con Casa Repinaldo de Candás porque es cliente nuestro", relató García, que regenta la carnicería de Cárnicas La Nave en la plaza de abastos de La Felguera. Muchos de los décimos fueron a parar a clientes y a los comerciantes de otros puestos de la plaza. "Es una sensación increíble haber repartido tabto dinero entre la gente que conoces. Casi me presta más por ellos que por mí porque son todos amigos".

Uno de los agraciados con un décimo fue Pablo Riestra, empleado de la carnicería. "Me lo dijo la frutera y no me lo podía creer. Es la primera vez que me toca algo un poco curioso; está muy repartido por toda la plaza". La frutera es Natalia Vallina, que también llevaba un décimo y regó con una copa de champán a Borja García, incapaz de contener la alegría. "Estoy encantada de la vida. Parte del dinero será para celebrarlo con mis amigos".

De Candás a La Felguera, pasando por Gijón. La familia García también llevó la alegría al gijonés barrio de El Llano, donde vendieron, en el otro negocio familiar, tres series de décimos del número 61.207. Fue en "La Choricería 42", un local de venta de productos cárnicos de la calle Juan Alvargonzález, donde el padre de Borja, Joaquín, repartió entre sus clientes habituales hasta 600.000 euros, a razón de 20.000 euros por décimo.

A lo largo del día de ayer fue constante el reguero de clientes agraciados que "vienen cada poco a darnos las gracias y a celebrar el premio", explicó García, que remarcó que "con algún décimo quedamos, si no vaya faena". García se mostró ayer "un poco nervioso todavía, pero muy contento" gracias a un premio que repartió alegría por todo el Principado.La suerte de Candás también pasó por el alto Aller donde al menos cuatro familias trajeron décimos del cuarto premio vendido en la localidad costera.