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La Iglesia quiere un aparcamiento en altura en Covadonga para evitar los atascos

El abad, Adolfo Mariño, descarta la zona azul y apuesta por peatonalizar la explanada de la basílica, pero sólo si se habilita otro parking

La Iglesia quiere un aparcamiento en altura en Covadonga para evitar los atascos

Rescatar el viejo proyecto de 2009 para construir un aparcamiento en altura detrás del edificio de la escolanía sería la "solución ideal" y "definitiva" para el santuario de Covadonga. Lo dijo ayer el abad, Adolfo Mariño, quien descarta implantar la zona azul, contra lo que proponen el Ayuntamiento de Cangas de Onís y el Gobierno del Principado, y defiende la peatonalización de la explanada de la basílica, pero solo si se habilitan plazas de parking en otras zonas cercanas del real sitio.

El abad sabe que la actual situación económica hace muy difícil, si no imposible, construir el edificio de aparcamientos de la escolanía. El proyecto ("basamento para aparcamiento en Covadonga") existe, lo elaboraron los arquitectos Jorge Hevia y Cosme Cuenca, y está en poder del Gobierno del Principado desde 2009. Su redacción costó 48.882 euros. Permanece guardado en un cajón desde que estalló la crisis y se fueron al garete los proyectos anunciados por el entonces presidente autonómico Vicente Álvarez Areces. El del aparcamiento de la escolanía hubiera costado entonces 2,5 millones de euros.

Contemplaba la creación de dos plantas con 77 plazas de parking, cada una. El edificio iba a ir semienterrado y hubiera ocupado una superficie de 5.400 metros cuadrados. Con ese edificio "sí podría hablarse de aparcamiento de pago", señaló el abad. Pero no en las actuales circunstancias, pues, según el abad, resultaría "impopular, más aún en 2018", cuando habrá una triple celebración: el primer centenario de la coronación canónica de la Santina, el primer centenario del parque nacional de Covadonga y el decimotercer centenario de la creación del Reino de Asturias.

Tampoco cree el abad que la zona azul (o verde) sería la solución a los problemas de aparcamiento que padece el real sitio

Mariño subrayó que la Iglesia y el Principado están trabajando codo con codo en busca de "lo mejor para Covadonga". Aseguró que hay buena sintonía entre las dos partes. "Covadonga no es cuestión de un día para otro", resaltó el abad, quien añadió que el santuario lleva ya varias décadas reclamando a gritos una intervención. El problema es que 2018 está a la vuelta de la esquina y hay que afrontar, al menos, la restauración de la vía sacra, que presenta un estado deficiente.

Iglesia, Principado y Ayuntamiento de Cangas de Onís buscan alternativas para peatonalizar la explanada de la basílica, lo que significaría perder 38 plazas de aparcamiento. Para recuperarlas se estudia habilitar como aparcamiento para turismos el que hoy se reserva para los autobuses, junto al antiguo cuartel de la Guardia Civil. El problema es qué hacer con los autobuses. Hay una propuesta sobre la mesa: que los autobuses lleguen al santuario solo para dejar a los pasajeros y se vayan a aparcar a la zona de El Repelao, por ejemplo, a la finca de Les Llanes, que el Principado compró en 2007 por 3 millones de euros y que permanece en el más absoluto abandono. Claro que para ello habría que habilitar parte de la finca como aparcamiento. Y de nuevo surgen las apreturas económicas. Total, que de momento "no hay nada decidido" y que "haremos lo que podamos", subrayó Adolfo Mariño.

El alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González (PP), sí defiende la zona azul u otra medida que favorezca la rotación de vehículos en Covadonga e impida que el santuario sea utilizado por los usuarios del plan de transporte a los Lagos, que copan buena parte de las escasas plazas disponibles (unas 120 entre la explanada y la parte trasera de la escolanía). También defiende la peatonalización de la escolanía, "siempre y cuando se encuentren más plazas en otras zonas", añadió el regidor cangués.

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