El diputado de Podemos Andrés Fernández Vilanova no puede renunciar a su aforamiento si no lo hace también a su acta de diputado, según un auto que acaba de dictar el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA). El parlamentario de la formación morada fue imputado por la ocupación de "La Madreña", el edificio de las antiguas consejerías del Principado que pasó a ser propiedad de Sedes en pago por las oficinas del edificio Calatrava, en Buenavista
Andrés Fernández Vilanova expresó su deseo de renunciar al aforamiento que le corresponde por su condición de diputado autonómico porque quería ser juzgado "por el tribunal penal que correspondería a cualquier ciudadano". Y su defensa presentó alegaciones ante la sala civil y penal del TSJA, que es la encargada de juzgar todos los procesos que afecten a políticos aforados en Asturias. El tribunal ha dictado un auto, cuyo ponente es el magistrado Ángel Aznárez, en el que desestima la pretensión del parlamentario de la formación morada. El magistrado subraya que el aforamiento, según el Estatuto de los Diputados de 1997, "es una prerrogativa, nunca una ventaja" y concluye que "no se debe confundir lo que es la renuncia a la condición de aforado por diputado, lo cual es irrenunciable, de la que es la renuncia a la condición de diputado, que es renunciable". Es decir, un diputado autonómico no tiene el derecho de renunciar al aforamiento salvo que renuncie también al acta parlamentaria. El magistrado aclara que si el diputado pudiera renunciar al aforamiento "excluiría el juez predeterminado por la Ley" y permitiría que el parlamentario "pudiera escoger de facto, y aunque no se pretenda ello, al órgano judicial". El auto de la sala civil del TSJA marca la línea jurídica a seguir ante otros casos similares que se puedan producir de diputados que quieran renunciar al aforamiento, según confirmaron fuentes jurídicas.
