Esta información ha sido elaborada por: M. G. SALAS (Gijón), M. MARTÍNEZ (Oviedo), C. M. BASTEIRO (Langreo), A. VELASCO (Mieres), S. FERNÁNDEZ (Avilés) y C. MURUZABAL (Arriondas)

-¡Ya eres famosa Mireia!

Miriam Valledor Cotarelo y Javier Fernández Camacho miran ensimismados a su primer bebé, también el primero para Asturias en este 2018. Mireia nació a las 00.49 horas en el hospital gijonés de Cabueñes, pesó 3,600 kilogramos y midió 52 centímetros. Para su familia, "mejor el año no pudo empezar". Mientras toda España comía las uvas, Miriam Valledor empujaba para traer al mundo a una niña, que ayer dormía plácidamente pese a la expectación de los medios de comunicación. Su nombre pasará a la historia además por ser el primer recién nacido con el que Cabueñes conmemora su 50.º aniversario. Miriam y Javier sólo piden una cosa a su pequeña: "Que estudie y se prepare bien".

Ayer por la mañana, en su habitación había más silencios que charlas. Todas las miradas estaban puesta en Mireia."Parece buena, pero tiene mucho carácter. Igual que su madre", asegura Javier, de 32 años, entre risas. "De hecho, tuvieron que ponerle unas manoplas en las manos para que no se arañe la cara", apostilla. La pequeña será guerrera en la vida, pero no lo fue en el parto. Salió "muy rápido" del vientre de Miriam Valledor, ovetense de 34 años aunque afincada en Gijón desde hace dos décadas. Y eso que el nacimiento estaba programado para Nochebuena. Al final, Mireia prefirió esperar a Nochevieja y dar la campanada. "A las tres de la tarde tuve las primeras contracciones y a las once y media me puse de parto. Salió todo genial, aunque me dolió mogollón", reconoce. Ese sufrimiento se desvaneció rápido en cuanto vio la cara de su primera hija, que "de momento será la única".

"Siempre dijimos que queríamos tener dos, pero no están las cosas para ello", se apresura a decir el padre. Por suerte, el matrimonio trabaja: él es operario y ella es cajera en su supermercado. No obstante, opinan, "hacen falta más medidas para conciliar la vida laboral y la personal". "Yo puedo pedir una reducción de jornada en mi empresa, pero sé de otras muchas mujeres que no. Y así es imposible formar una familia", se queja Valledor, que no quiere cargar más de la cuenta a sus padres y a sus suegros con el cuidado de la pequeña.

Para los abuelos, el parto de Mireia fue interminable. "No pudimos dormir en toda la noche; no nos aguantábamos sin verla", cuentan María Camacho Cañaveras y Vicente Fernández de la Rosa, padres de Javier. Ellos también se estrenaron ayer como abuelos, de ahí la angustia. "Tuve a Javier de muy mayor, con 41 años. Ahora ya me puedo morir tranquila después de ver nacer a mi hijo y a mi nieta", confiesa Camacho. El nombre de Mireia tiene un pellizco suyo; fue elegido "porque deriva de María -en la familia hay muchas Marías- y porque guarda parecido con el de Miriam", la madre.

El segundo bebé del año en Asturias, también niña, fue Lola. Vino al mundo en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) a las 01:37 horas. Su madre, Silvia Estefanía Constenla, y su padre, Pablo Álvarez, estaban encantados con su primer retoño. "El nombre nos gustaba a los dos, pero además, también se llama Lola mi abuela, por eso lo escogimos", explicó el padre. El parto fue inducido, pero "salió todo fenomenal y de momento la niña es muy buena, ni gurgutó", afirmó la madre.

Igualmente en el centro hospitalario ovetense nació la tercera niña de 2018 en Asturias, Gabriella Vari. Lo hizo a las 03.30 de la madrugada y pesó 3,290 kilogramos. "Es el primer bebé de la familia: la primera hija, nieta y sobrina, así que estamos encantados. Además, ha ido todo muy bien y la atención en el hospital ha sido espectacular", indicó la nueva mamá, Susana Francisco.

El tercer parto de la jornada en el HUCA fue el de Celeste Alejandra, a las 07.46 horas, y la niña pesó 2.285 kilogramos.

Leo Cortina Fernández empezó a portarse bien en el vientre de su mamá, Sandra. El pequeño esperó a que ella tomara las uvas, para que poco después de recibir el nuevo año empezaran las contracciones. Leo Cortina Fernández nació en el hospital Valle del Nalón, a las 07.45 horas. Fue el primer bebé del año en las Cuencas. Juan Pablo Cortina, el padre de Leo, y Sandra Fernández llegaron al hospital de Riaño poco después de las 04.00 horas: "Las uvas las tomamos pero ya estábamos en alerta", bromeó el papá. La fecha prevista para el parto era el 30 de diciembre, pero el pequeño retrasó su llegada un poco. Menos mal que sólo un par de días, porque fuera le estaban esperando ya ansiosos sus papás y su hermano. Se llama Nel, tiene seis años y no está nada celoso. Esperaba ayer en casa deseoso de conocer al benjamín.

Al nacimiento de Leo, le siguió el de Martín Trespalacios Tomás, que vino al mundo a las 08.08 horas en el Hospital del Oriente. Sus padres, Manuel Trespalacios y Romina Tomás, naturales de Cangas de Onís pero afincados en Ribadesella, se encontraban celebrando la Nochevieja con la familia ya preparados para tomarse las uvas cuando Martín decidió darles una sorpresa. "Las contracciones empezaron quince minutos antes de las campanadas", recuerda la madre, que, aunque salía de cuentas precisamente el 31, ya no lo esperaba para ese día. "Nos comimos las uvas en el hospital", dice Trespalacios riendo.

Eso sí, a pesar de que Romina Tomás se puso de parto en las primeras horas de la madrugada, no fue hasta pasadas las ocho de la mañana cuando pudieron verle la cara al pequeño Martín, que finalmente nació por cesárea y pesó 3,140 kilos. A pesar de la espera, Martín consiguió ser el primer bebé del Oriente. "Presta mucho que coincidiera así, va a ser el mayor de la clase", dice el nuevo padre. Esta pareja primeriza reconoce que estaban "muy nerviosos" ante la llegada del niño. "Es algo nuevo, una experiencia desconocida", dijo Tomás. Eso sí, todo compensa cuando ven la cara de su hijo.

Cuando algunos todavía se retiraban tras celebrar la Nochevieja, a las 09:15 horas llegaba al mundo, en el hospital Vital-Álvarez Buylla de Mieres, el pequeño Miguel Revilla Fernández. Es el primero de la pareja formada por Marcos Revilla, de 34 años, y Vanesa Fernández, de 37. "Estamos agotados pero muy contentos", afirmó el padre del pequeño, que cuenta como pasaron un fin de año muy diferente. "A las ocho de la tarde rompió aguas y ya fuimos al hospital, pero hasta las dos de la mañana no se puso de parto", cuenta, cansado, tras una jornada de intensas emociones. "Comimos las uvas en el Álvarez-Buylla y fue una noche larga, pero lo mejor es que todo salió bien, y ahora esperamos que nos den el alta pronto", dice el padre del pequeño, que no paró de recibir visitas todo el día. La sensación de coger al pequeño Miguel, indescriptible. "No se puede explicar con palabras", dice Marcos Revilla, que ahora solo espera estar en casa en un par de días. La de ayer fue una Nochevieja para no olvidar: "Estamos tan cansados como si hubiéramos salido, pero la alegría que tenemos no se puede comparar a nada", confirma la feliz pareja.

En el hospital San Agustín el primer niño de la jornada vino al mundo a las 20:30 horas, por una cesárea de Urgencia. Se llama Pablo Don Gil Martín y sus padres, Pablo Don Gil Marrón y María Martín Suárez, celebraban al cierre de esta edición la feliz noticia. Fue el primero de la comarca avilesina.