Esta información ha sido elaborada por: J. M. REQUENA (Gijón), Sandra LOMBARDÍA (Avilés) y Pablo ÁLVAREZ (Oviedo)

La gripe saturó ayer de nuevo el servicio de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que al cierre de esta edición iba encaminado a batir su récord de pacientes atendidos en un solo día, que había quedado establecido la semana pasada en 440. En algunos momentos de la jornada, el personal sanitario se quedó sin camillas disponibles, y en la sala de espera había tantos familiares que algunos tuvieron que permanecer de pie a causa de la escasez de sillas. La planta abierta semanas atrás en el Hospital Monte Naranco para personas mayores con problemas agudos derivados de la gripe ya está llena, y los responsables del HUCA tendrán que adoptar alguna medida para poder ingresar estos días a todos los enfermos que lo precisan.

"Lo que había en la sala de espera era para llamar a la policía, y lo de dentro de Urgencias también era tremendo, pero como veías que el personal no podía más, preferías callarte", explicó anoche a LA NUEVA ESPAÑA la hija de una paciente de 96 años que después de ocho horas de estancia en en Urgencias -de once y media de la mañana siete y media de la tarde- fue hospitalizada a causa de una posible neumonía producida por una gripe.

Los responsables sanitarios ya habían anunciado que después del fin de semana de Nochevieja podían reproducirse escenas como las posteriores a Nochebuena. Fue el martes pasado, día 26, cuando el HUCA alcanzó la cifra de 440 enfermos atendidos en Urgencias. Según la Consejería de Sanidad, en las áreas sanitarias más pobladas de la región "la presión asistencial se corresponde en general con lo previsible en un momento de epidemia estacional de gripe, vacaciones escolares y un fin de semana largo y con días festivos y en los que los servicios de atención primaria funcionaban en los puntos de atención continuada". "Todas las áreas se han reforzado con el personal disponible para estas fechas y se han incrementado las sustituciones", asegura Sanidad.

En el hospital gijonés de Cabueñes, durante la jornada de ayer se contabilizaban 39 habitaciones dobles a las que se hubo de incorporar una tercera cama supletoria, y se añadieron 26 camas más para hacer de habitaciones individuales estancias dobles. "Las urgencias están saturadas y la medicina interna también", señalaron fuentes del Sindicato de Enfermería (Satse).

Los servicios de urgencias de primaria de Gijón habían mostrado su peor cara el pasado fin de semana: horas y horas de espera por una atención primaria que no terminaba de llegar. En centros de salud como el del Llano, a la epidemia de gripe y la falta de efectivos médicos se unen la concentración en fines de semana y festivos de la atención de casi 90.000 personas -provenientes en buena parte de otros barrios- y las obras de reordenación del servicio de urgencias.

En Avilés, los trabajadores del Hospital San Agustín indicaron que, pasada ya la "fase epidémica más preocupante" del virus en la comarca la semana pasada -que como explicó este periódico llegó a colapsar el servicio de Urgencias con pacientes en sillas de rueda amontonados en los pasillos-, la situación "continúa siendo preocupante, pero no caótica". "El problema de Avilés es la falta de personal de todos los años", resumió Jesús Palomares, representante del Sindicato Independiente de Celadores y Personal No Sanitario.