Un Juzgado de Oviedo ha rechazado la querella presentada por las asociaciones Women's Link y Abogadas por la Igualdad contra el psicólogo forense Ramón Vilalta, al que acusaban de desacreditar a las víctimas en sus valoraciones de credibilidad de las denunciantes de abusos sexuales a menores y violencia machista. Según estas asociaciones, el psicólogo presentaba a las mujeres como manipuladoras de sus hijos y "mentirosas" con el fin de dañar a su parejas o exparejas. La querella imputaba a Vilalta, decano del Colegio de Psicólogos de Asturias, un delito de odio en base al género. Las asociaciones han indicado que recurrirán esta decisión judicial ante la Audiencia Provincial.

La denuncia presentaba cinco casos en los que las valoraciones de Vilalta frustraron la acusación: dos de abusos sexuales a menores por parte de sus padres, otro por parte de un abuelo y otros dos de violencia machista. "En cuatro de esos casos, la valoración del psicólogo forense forzó el archivo de las diligencias", aseguraba entonces Elena Laporta, abogada de Women's Link. "Sabemos que hay más casos, por lo menos una veintena", indicaba. "Por desgracia, conocemos demasiados casos en los que cuando las mujeres denuncian violencia de género o violencia sexual, no se las cree por el hecho de ser mujeres y se las trata como unas mentirosas que se aprovechan de los procedimientos judiciales. Esto constituye un delito de odio", añadía Laporta.

Días después, el psicólogo forense se confesaba a sus allegados "machacado" por la denuncia. Algunos compañeros de profesión defendieron su profesionalidad e indicaron que estaba considerado como uno de los mejores, si no el mejor, psicólogo forense del país. El problema es que defendió en algunos artículos el sindrome de alienación parental, muy combatido desde ámbitos feministas. Ya el año pasado, trece asociaciones feministas plantearon una queja en el caso de Susana Guerrero, que perdió la custodia de su hija -que más tarde recuperó, pese a ser condenada por denuncia falsa y establecerse que sí influyó en su hija contra su expareja- por decisión de un Juzgado de Talavera, tomando como base un informe pericial del psicólogo forense Maxim Winberg (antecesor en el cargo de Ramón Vilalta), que utilizó como argumento el síndrome de alienación parental, una teoría controvertida que no cuenta con la unanimidad de la comunidad científica y es abiertamente criticada por las asociaciones de mujeres.