"Estos son unos exagerados, yo soy más optimista", dijo uno de los atascados en el Angliru en una llamada que él realizó al 112 mientras caminaba por la carretera para abandonar la zona de nieve con una linterna. "¿Cómo se os ocurre subir?", le pregunta un operador del servicio de emergencia. Eran casi las cinco de la mañana, en un puerto de montaña al que los jóvenes accedieron por diversión y en plena alerta de nieve.

"Ya les dije a mitad de camino que diéramos la vuelta, pero decían que iba a ser más complicado maniobrar", confesó el joven que logró llegar andando a una zona en la que pudo ser rescatado. El resto, decidió permanecer en el coche. Eran las 4.58 de la mañana.

Los servicios de emergencia asturianos admiten que "quizás el tono de la respuesta no fue el más adecuada, pero esa no fue la primera llamada que realizaron". "Estuvieron atendidos y controlados desde el minuto uno", aseguran fuentes del 112.

En concreto, la secuencia registrada en el organismo de emergencias constata que la primera alerta que activaron los siete jóvenes que quedaron atascados en el Angliru, en un todoterreno, y sin ropa de montaña, se produjo a través de una aplicación de móvil a una aseguradora. Esta aseguradora desvió el aviso a los servicios de emergencia de Cataluña, informando de que un asegurado estaba atascado. De Cataluña el aviso llegó a Asturias, y los servicios del 112 contactaron con ellos en diez minutos y exploraron distintas soluciones.

Según las fuentes consultadas se comprobó que no estaban en una situación que requiriese rescate inmediato. El Ayuntamiento de Morcín movilizó, en plena madrugada, un todoterreno acondicionado para actuar como quitanieves, pero en un punto del ascenso la Guardia Civil desaconsejó que continuase conduciendo.

Ante la imposibilidad de llegar al punto donde estaban atascados se les sugirió que salieran caminando hasta encontrarse con los agentes que trataban de localizarles. Solo dos jóvenes aceptaron. Fue uno de ellos quien realizó la llamada, según el relato de fuentes del 112, y quien advirtió que "sus compañeros son unos exagerados". De hecho, se ofreció a llegar a zona sin nieve, contactar con un amigo con un todoterreno y subir "haciendo rodada".

Mientras, los otros cinco jóvenes permanecían en el coche, fue pasando el tiempo, aumentando la nevada y realizaron más llamadas al 112. Se les planteó la opción de movilizar al grupo de rescate de montaña de la Guardia Civil, pero les recalcaron que llegarían a la zona a pie, por lo que tendrían que hacer igualmente el camino de regreso andando.

Finalmente, se produjo la llamada que los atrapados grabaron con su móvil y en el que se escucha al jefe de sala del 112 criticarles por haber accedido a una zona de alta montaña, por ocio, en plena nevada y sin ropa adecuada: "Ya somos mayorinos", les dijo después de varias conversaciones anteriores en las que los jóvenes rechzaron abandonar el vehículo.

"El tono debió ser otro, pero a esa zona no tenían motivo para acceder en una situación como la que existía", dicen fuentes próximas a los servicios de rescate. El relato de los jóvenes ha causado malestar en los servicios de emergencia: "Estuvieron bien atendidos, sólo tenían que esperar porque era lo adecuado dadas sus circunstancias. ¿Al final cómo salieron del lugar al día siguiente? Caminando". Efectivamente, dos de los jóvenes que quedaban en el coche abandonaron caminando el vehículo para encontrarse ya por la mañana con los agentes de la Guardia Civil. Los otros tres lograron sacar el coche con la ayuda de un amigo que les deshinchó las ruedas.

Este es el comunicado íntegro del SEPA:

"El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) actuó según los protocolos establecidos en el incidente por nieve registrado en la carretera de Riosa, en la madrugada del sábado, cuando un vehículo todoterreno, en el que viajaban siete personas, quedó atascado en la nieve, en la subida de Cueña las Cabras, en el Angliru, cuya carretera permanecía cortada.La Sala del 112 Asturias recibió el aviso, a través del 112 de Cataluña, a las 04.34 horas. Desde el servicio de emergencias catalán explicaron que habían recibido una llamada de la aplicación RACC Asistencia donde un asegurado solicitaba una grúa porque se había quedado atascado con el vehículo en la nieve. Paralelamente uno de los implicados estaba llamando al 112 para explicar la situación.Desde el SEPA, según los procedimientos establecidos, se comunicó lo sucedido a la Guardia Civil y se informó a los implicados de las gestiones realizadas. En todo momento indicaron que se encontraban en perfecto estado y que el único problema es que no llevaban ropa adecuada. Unos minutos más tarde, a las 04.58 horas, uno de los implicados explicó que él y otro compañero estaban bajando caminando. Dijo que era más positivo que el compañero con el que habían hablado antes. Iba a llamar a alguien con un todoterreno con tacos y que ya lo solucionaba él. Señaló que no nos preocupásemos, que no era para tanto y que su compañero era un poco exagerado.Mientras tanto, desde el SEPA, además de con la Guardia Civil, se contacta con el Ayuntamiento de Riosa cuya alcaldesa localizó a uno de sus operarios para intentar acoplar una cuña a un vehículo y subir hasta donde se encontraban. Es durante todas estas gestiones cuando se produce la grabación facilitada a los medios de comunicación por parte de los implicados.Aunque alguna de las expresiones utilizadas no fueron las más adecuadas cabe señalar que la conversación está totalmente descontextualizada ya que se registraron más de 40 llamadas, entrantes y salientes, durante todo el incidente".