"Vamos a volver a hacerlo, a repetir la hazaña. Mejor equipados, pero ahí y, si los hay, en sitios peores", dice Héctor Carballo uno de los siete jóvenes (la mayoría de Mieres) que acabaron atrapados en un 4x4 en la carretera del Angliru la madrugada del pasado domingo. El grupo decidió subir en coche sin cadenas a uno de los puertos más emblemáticos de Asturias, de noche y durante la alerta de nieve; no llevaban equipo adecuado e iban algunos en playeros y chándal. Cuando ya no pudieron avanzar ni retroceder, a las cuatro de la madrugada, solicitaron ayuda.

Los servicios del 112 les pidieron que descendieran andando. Dos de los jóvenes lo hicieron y se pusieron encima ropas que los otros les dejaron; el resto quedó en el coche esperando a que alguien llegara. Hubo cuarenta llamadas cruzadas con la sala de emergencias. Al final, en una de ellas, claramente exasperado, el jefe de sala les espeta: "Somos ya mayorinos para saber lo que hacemos". Los jóvenes asumen ahora que cometieron un error en la falta de previsión de la aventura, pero critican la "falta de respeto" de los servicios de rescate.

La polémica está servida y el relato de los afectados y el del 112 son como la noche y el día. Según los jóvenes, ascendieron en un coche de siete plazas y "no había ningún cartel, ni barrera ni valla que impidiese el paso". "Ni la Guardia Civil, ni el 112, ni el Ayuntamiento de Riosa, ni la quitanieves nos llegó a auxiliar".

Dos integrantes del grupo decidieron bajar caminando, mientras que los cinco restantes esperaron en el interior del coche pidiendo ayuda. Los servicios de emergencia les pedían salir, pero esgrimían que estaban "en camisa y playeros". "El 112 nos dijo que bajásemos andando sin equipo y en plena noche, mientras que la Guardia Civil decía que no nos moviésemos del vehículo, que eso era una temeridad", explica Carballo. Los últimos que quedaban en el vehículo estaban en manga corta porque habían prestado ropa a los que salieron a la intemperie.

Niegan que respondieran mal al teléfono, pero admiten que estaban "enfadados e indignados, pero no les faltamos al respeto". El punto de la polémica es la respuesta del jefe de sala: "Ya somos mayorinos", para reprocharles que subieran al Angliru en esas condiciones. Y cuando replican que conducen un 4x4, el responsable, les espeta: "Cuatro por cuatro, dieciséis".

Los Servicios de Emergencia del Principado ofrecen otra versión. Recibieron el aviso después de que los afectados utilizasen una aplicación de móvil para reclamar una grúa a su seguro. El 112 avisó a la Guardia Civil e informó a los afectados. "En todo momento indicaron que se encontraban en perfecto estado y que el único problema es que no llevaban ropa adecuada", sostiene el servicio. Fue al filo de las 5 de la madrugada cuando se registró la llamada de uno de los jóvenes, que bajaba andando y que dijo al 112 que no se preocupasen "que no era para tanto y que su compañero era un poco exagerado".

Los servicios de emergencia contactaron con la Guardia Civil, el Ayuntamiento de Riosa (cuya alcaldesa movilizó a un operario para subir con un coche con una cuña acoplada). Por medio de una nota, el 112 admite que "alguna de las expresiones utilizadas no fueron las más adecuadas", pero resalta que la conversación "está totalmente descontextualizada ya que se registraron más de 40 llamadas durante toda la noche".

La historia concluyó por la mañana, los tres últimos que quedaron en el coche lograron regresar conduciendo, "por la ayuda de gente de un grupo de Whatsapp que subió a buscarnos". "Se han dicho mentiras sobre nosotros", se defienden. Y prometen segunda parte de "atascados en la nieve": "Volveremos a hacerlo".