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Año de nieves, año de verde

El temporal es un regalo para los ganaderos de la montaña, de los que se aleja el fantasma de la sequía invernal

Un rebaño de vacas bajo la nevada en Paniceres (Aller). LEONCIO CAMPORRO

El temporal de nieve que paraliza la circulación en autopistas y aeropuertos es oro puro para el campo. Los pastos de montaña han recibido estos días una buena dosis de "abono" para crecer durante el invierno, servir de alimento al ganado y, de paso, aligerar notablemente la carga de gastos de las explotaciones.

En una región como Asturias, con 7.000 ganaderías de carne cuya base es la alimentación natural y unas 1.900 de leche que también se surten de las praderas, el refrán que dice "año de nieves, año de bienes" parece ahora especialmente dirigido al sector agrario, que respira aliviado ante el alejamiento de las amenazas de sequía, cada vez más frecuentes, incluso en comunidades tradicionalmente abundantes en agua como es el caso del Principado.

"Una nevada no acaba con un problema como el de la sequía, pero algo es algo", reconocen en la Unión de Pequeños Agricultores UPA-UCA. En la organización agraria destacan que el último temporal de nieve, hielo, viento y fenómenos extremos se ha dejado notar, sobre todo, en el mundo rural, y no sólo ha traído problemas de incomunicación, "aunque sea lo que se suele poner de relieve", indican.

Si bien es cierto que numerosos pueblos de montaña se han quedado aislados, no lo es menos que los ganaderos se han encontrado con un inesperado regalo de Reyes en forma de copos. Es el caso de las localidades de los Picos de Europa y las fronterizas con León y Galicia a lo largo de la Cordillera. En concejos como Aller y Somiedo, donde la ganadería extensiva de carne es la base de la actividad agrícola, las nieves han sido recibidas por los ganaderos como un auténtico maná blanco.

La alimentación del ganado representa uno de los principales costes de la explotación en la producción de carne y leche. La pradera es mucho más barata que el forraje, el heno, el silo o cualquier otra forma de alimento almacenado. Cuanto más pasto, menores serán los costos de producción.

Alimentar al ganado con silo o grano es, en principio, la solución más cómoda para los meses de invierno. El problema son los altos precios que se pagan por esta clase de suministros. A ellos se unen los de los fertilizantes, el manejo del estiércol, el almacenaje de alimentos, los transportes, la electricidad, el veterinario y el personal, en el caso de que la explotación tenga empleados.

Solidaridad agraria

La UPA también destaca la labor de los ciudadanos de las zonas rurales, que una vez más volvieron a dar muestra de su solidaridad, colaborando en el rescate de los conductores atrapados con sus vehículos y tractores. "En muchos casos se usó maquinaria particular de los agricultores, que, ante la ausencia de quitanieves, es la única que permite limpiar las calles de los pueblos para que sus habitantes puedan salir de casa", añaden.

"Aunque parezca mentira al ver la televisión, ha nevado más allá de la carretera AP-6", señalan desde el sindicato, al tiempo que muestran su solidaridad con los conductores atrapados en sus vehículos durante horas. En el sindicato aprovechan para recordar que también miles de personas que viven en pueblos son ignoradas por las administraciones: "Hay servicios médicos ambulatorios que se han cerrado por la imposibilidad de acudir las ambulancias a determinadas poblaciones".

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