La Agencia Estatal de Meteorología mantiene activa la alerta naranja por fuerte oleaje para mañana, jueves, en el Cantábrico, con olas de 6 a 9 metros, según la previsión de Aemet. A lo largo de la jornada de hoy se han alcanzado picos máximos como el registrado a las siete de la mañana en la boya de Puertos del Estado, en Gijón, donde hubo olas de hasta 12 metros de altura.

La temperatura máxima de este miércoles llegó a los 16 grados centígrados, al filo de la medianoche, en Mieres mientras que la mínima fue de 0,3 grados bajo cero en Leitariegos y Pajares, a media tarde. Las rachas de viento más fuertes corresponden a Cabo Peñas, cerca de 90 kilómetros por hora, registradas a las tres de la mañana en este enclave costero.

En el litoral occidental, las olas han golpeado con fuerza a lo largo de la jornada. La flota pesquera permanece amarrada en los puertos y en zonas como Puerto de Vega se han registrado daños en el dique. Y en Tazones (Villaviciosa), a lo largo de la tarde se ha registrado gran expectación por el oleaje, con muchos asistentes realizando vídeo y fotos. A uno de los presentes una ola le dio un baño casi de cuerpo entero pero la principal preocupación entre los vecinos es para la próxima pleamar, a las 5.40 de la madrugada.

Las olas golpean con fuerza el litoral asturiano

Las olas golpean con fuerza el litoral asturiano

En Luarca, las instalaciones clausuradas por temporales anterior del Museo del Calamar gigante fueron rebasadas por el oleaje en varios momentos de la jornada.

Una docena de provincias, junto a Asturias, mantienen el aviso de riesgo (amarillo) o riesgo importante (naranja) por viento o fuerte oleaje ya que se esperan olas en buena parte de las zonas costeras de hasta 8 metros de altura, según ha avisado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

En Galicia, el fuerte oleaje que azota en las últimas horas los principales puntos de la costa gallega ha dañado y derribado parte del espigón del puerto de Cariño, en la provincia de A Coruña. Según ha relatado a Europa Press el regidor local, José Miguel Alonso Pumar, los hechos se han registrado a primera hora de la tarde, coincidiendo con los momentos más fuertes de la alerta, cuando el oleaje se ha llevado por delante el tramo final del espigón. A pesar de ello, no hubo que lamentar heridos ni daños personales, dado que la zona está cerrada, vallada y los vigilantes de seguridad se encargan de controlar el acceso a las instalaciones, El alcalde apunta, no obstante, que "no es la primera ni la segunda vez" que el espigón resulta dañado en circunstancias similares, por lo que el derribo del espigón se está convirtiendo en algo "cíclico". En este sentido, ha advertido que "no es un daño menor", dado que se trata de bloques fundidos de hormigón, y que, aunque otras veces se ha reparado "reforzándolo de manera más intensa", ese tramo en concreto "parece a todas luces lo más vulnerable".