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ENCARNA ABASCAL | Experta en prevención de riesgos laborales

"Los casos de acoso van a más porque hay una normalización social de la violencia"

"Todavía estamos en pañales en el control y los límites del uso del teléfono móvil en los centros docentes"

Encarna Abascal. MIKI LÓPEZ

El sindicato CSIF acaba de iniciar una campaña de sensibilización sobre los riesgos psicosociales a los que se enfrentan los trabajadores y ha empezado por Asturias. Encarna Abascal (Madrid, 1980), experta en prevención de riesgos laborales, sostiene que la enseñanza es uno de los ámbitos donde se viven más casos de violencia de baja intensidad.

- ¿Trabajar en la sanidad o en la educación públicas se ha convertido en una profesión de alto riesgo?

-Sí. Realmente siempre han sido profesiones de riesgo, pero no se habían hecho valoraciones ni dado la oportunidad de que salieran a la luz las situaciones que los trabajadores llevan sufriendo desde hace mucho tiempo en su jornada laboral, ya sea en la sanidad, en la educación o en otros ámbitos. Ir a trabajar no puede suponer el tener que soportar violencia. Los cambios en la sociedad propician que el trabajador cada vez esté sometido a mayor agresividad en los centros.

- ¿Cuáles son los casos de violencia que más se repiten en la educación?

-Hay casos tipo como, por ejemplo, el acoso laboral que sufren los docentes por la dirección o los compañeros, también tenemos violencia ejercida por alumnos; violencia por parte de padres a docentes que en algunos casos sí se sienten apoyados por la dirección, pero en otros muchos, no. Y se manifiestan en insultos, calumnias y vejaciones por alumnos que no entienden la autoridad del profesorado. Uno de los principales problemas es que los padres no respaldan la autoridad del docente.

- La irrupción de las redes sociales ha acelerado estos riesgos. ¿Hay protocolos de actuación o la Administración aún está en pañales?

-Cada vez hay mayor impacto de la difamación y las calumnias en el día a día, algo que tiene mucho que ver con la expansión de las redes sociales. Con sólo pulsar un botón, un acosador puede llegar a mucha gente en un instante. Desde el Observatorio del Acoso Escolar queremos impulsar la adopción de medidas contra estas prácticas. Hace falta estimular programas de convivencia y definir de qué manera se puede controlar o limitar el uso del móvil en los centros para evitar ese tipo de vejaciones o insultos. Pero por ahora estamos en pañales.

- Hay polémica sobre el uso del móvil por parte de los alumnos. ¿Por qué no hay protocolos que regulen el uso del móvil en los colegios?

-Aún no hay protocolos. Hace falta un cambio de concienciación de la sociedad. Las redes sociales y las nuevas tecnologías no pueden ser terreno abonado para las malas prácticas. Las normas deben ser fruto de la reflexión de los expertos de todas las partes implicadas.

- Da la impresión de que la Administración va muy por detrás porque los móviles ya entraron hace mucho en las aulas.

-Es cierto que vamos con retraso, sobre todo viendo el nivel de agresión, acoso y violencia a los docentes y entre los alumnos. La Administración se tiene que poner las pilas rápidamente porque ya llega tarde ante el uso creciente del teléfono móvil.

- ¿Cómo vive el profesorado este cúmulo de riesgos?

-El profesorado se siente solo porque muchas direcciones miran para otro lado. No tienen herramientas, vías o protocolos para afrontar los riesgos psicosociales que viven de forma cotidiana en su puesto. Hacen falta medidas preventivas y de concienciación para promover espacios de respeto en los centros docentes y tolerancia cero a cualquier tipo de violencia. Es muy llamativo que una cuarta parte de las denuncias sobre situaciones de violencia procedan de la educación. En los centros educativos hay mucha violencia de baja intensidad, que es la que limita la buena organización en el aula y una buena convivencia.

- ¿El profesorado dispone de las herramientas para intervenir ante los casos de acoso escolar entre alumnos?

-El docente está formado por su carrera y su oposición, pero ante la situación existente son muy necesarias las medidas de refuerzo. Desde CSIF proponemos abundar en formación específica porque en nuestra encuestas hemos detectado que un 90 por ciento de los docentes convive con situaciones de violencia en sus centros, es un nivel muy elevado de agresiones. Hay un vacío por parte de la Administración, por eso en nuestro sindicato queremos promover iniciativas para dar ejemplo. No hay registros ni estadísticas psicosociales porque a la Administración no le interesa.

- ¿La crisis ha influido en el acoso laboral?

-Las situaciones de acoso cada vez van a más porque hay un consentimiento y una normalización de la violencia en todos los ámbitos. Si tú agredes y nadie te para los pies, ese acoso cada vez va a más y el miedo se empodera. La crisis ha influido porque el trabajador aguanta mucho, lo que le echen con tal de no perder su trabajo, aunque esté mellando su situación personal.

- ¿La prevención de riesgos laborales tiene un nuevo filón en las nuevas tecnologías?

-La prevención cambia en la misma medida que los centros de trabajo. Los riesgos cambian en función de los medios de trabajo. Una enfermedad profesional que se tendrá que acabar reconociendo, porque cada vez hay más casos, es la tendinitis del pulgar por utilización del móvil. Es necesaria una reevaluación de riesgos derivados del uso de las nuevas tecnologías, que provocan también más carga mental y estrés y trastornos musculoesqueléticos.

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