La Guardia Civil encontró, en la mañana de ayer, el cuerpo sin vida de José Manuel Fernández, el vecino de Tapia de 63 años desaparecido en la tarde del martes después de acudir a la playa conocida como Ribeiro del Figo, a menos de un kilómetro de su vivienda. Los restos mortales del tapiego fueron hallados a las nueve de la mañana sobre el pedrero después de haber sido arrastrados por el mar, a escasos metros de donde aparecieron sus objetos personales, entre ellos varios útiles de pesca.

Varias patrullas del Instituto Armado, así como el helicóptero del cuerpo, participaron en el dispositivo de búsqueda, que se mantuvo durante toda la noche, y dio resultados al amanecer. La Benemérita contó con la colaboración de los vecinos, uno de los cuales, Francisco García, halló los instrumentos del desaparecido en la playa del Figo: un palote y una bolsa de plástico. Desde ese momento, se barajó la hipótesis de que José Manuel hubiera sufrido un desgraciado accidente al acudir a la cala, y comenzó la búsqueda del desaparecido. La llegada de la oscuridad, y las malas condiciones del mar dificultaron la búsqueda durante la noche del miércoles. Ya con la luz de la mañana se logró dar con el cuerpo.

El capitán de la compañía de la Guardia Civil de Luarca, Carlos Bello, explicó que se desplegaron "varias patrullas por tierra y el helicóptero del servicio aéreo" para dar con la víctima. "Se encontraba en la misma playa en la que aparecieron los efectos que le pertenecían. Estaba en el pedrero; se conoce que el mar estuvo batiendo, y lo dejó en la parte de arriba, contra el acantilado", describió el agente, que señaló que el hallazgo "ha sido un alivio para la familia, hubo suerte de encontrarlo tan rápido, con la mar en este estado".

Hasta el entorno de la playa se acercaron familiares y vecinos del fallecido, que lamentaron la "desgracia" que supone este suceso. "Es una playa tranquila, a la que vienen a bañarse los vecinos del pueblo, y nunca pasó nada", aseguró Francisco García, vecino de El Cortaficio y buen conocedor de una zona cuyo acceso "no es complicado" y apuntó la hipótesis de un posible accidente: "Pudo ser una caída o un resbalón, por la forma en la que estaba el palote, tirado y atravesado. Pero será la autopsia la que dirá lo que pasó realmente". Además, explicó que Fernández sufría problemas de movilidad, a causa de las secuelas de una enfermedad.

José Manuel Fernández es la primera y única víctima mortal del temporal de viento y fuerte oleaje que ha azotado estos días la costa asturiana, con un reguero de daños materiales en puertos del Occidente y paseos marítimos cubiertos de arena y rocas. En Puerto de Vega recordaban la obra reciente realizada en el espigón "en la que se gastaron 900.000 euros hace apenas dos años", y que ahora vuelve a sufrir daños. "Todos sabemos que el problema en este puerto va a seguir siendo el mismo hasta que no levanten otro espigón al Este", aseguró el patrón mayor, Adolfo García.