Beatriz Junquera Cimadevilla (Noreña, 1968) es la nueva directora de la Cátedra de Emprendimiento puesta en marcha por la Universidad de Oviedo con el apoyo de Capgemini y la Caja Rural de Asturias. Esta catedrática de Organización de Empresas sustituye en el cargo al catedrático Juan Ventura, fallecido recientemente y con quien compartía área de docencia. Inició su actividad investigadora en 1991, ha publicado numerosos artículos y libros especializados y dirigió la Cátedra Jovellanos de Extensión Universitaria de la Universidad de Oviedo. En la actualidad es integrante de la comisión de doctorado de la Universidad asturiana y está volcada en un nuevo proyecto sobre emprendeduría femenina.
- Ser emprendedor es difícil. ¿Ser además mujer es un hándicap añadido?
-Las mujeres emprendedoras tienen problemas porque tienen negocios que crecen menos y con menores tasas de rentabilidad. Muchos estudios en distintos países han analizado cuáles son los factores que inciden para que sea así. Antes, las bases de datos se hacían conjuntas, pero el 95% eran hombres y el 5% mujeres, con lo que la muestra estaba sesgada. Cuando empiezan a surgir más emprendedoras, en la década de los noventa, los investigadores se plantean que quizá los hombres y las mujeres no tenían las mismas características. Se empiezan a hacer estudios exclusivos y surgen las diferencias con los clásicos. Otros investigadores dijeron que había que analizar no sólo a mujeres y hombres por separado, sino mezclarlos para comparar lo que ocurre en cada colectivo.
- ¿Sólo la diferencia de género provoca que ocurran cosas distintas en un caso u otro?
-Se empezó a sospechar que influían factores muy diferentes y se analizaron uno a uno de manera aislada para ver sus efectos e intentar comprender el infrarresultado femenino.
- ¿Cuáles son esos efectos?
-Está el efecto de género, que consiste en pensar que las mujeres desde su nacimiento están sometidas a circunstancias muy diferentes a los hombres. Por ejemplo, la educación, no la reglada, sino en valores, en la que influyen el centro de enseñanza, la familia y el entorno social. Eso lleva a que un hombre llegue con un proyecto y parezca que tiene un transatlántico, pero una mujer con esa misma propuesta parece que lleva una balsa. Las mujeres tenemos poca autoestima y valoramos poco nuestros logros.
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-Otro factor es que las empresarias en general se quejan de que las redes empresariales femeninas son de menor tamaño, y de que las mujeres que se animaban a participar e impulsar en ellas se encontraban con dificultades porque incluso no eran bien recibidas en determinados círculos. Eso también está relacionado con las competencias y la autoestima. Se analizó asimismo el perfil femenino. Por ejemplo, se decía que las ingenierías generan más emprendedores y hay pocas mujeres ingenieras. Muchos factores de la personalidad se hacen a lo largo de la vida, luego también está ahí la influencia sobre el efecto de género.
- ¿Cuál es el perfil de un emprendedor?
-En términos generales, el emprendedor modelo es una persona muy comprometida con su trabajo, que quiere mejorar continuamente los logros que consigue, que admite riesgos pero es capaz de analizar los efectos de cada decisión que adopta, y tiene claro que hay factores que no puede manejar pero otros sí, y que si lo hace van a mejorar el resultado del esfuerzo. Y detecta las oportunidades.
- ¿El emprendedor nace o se hace?
-Nace no en alta medida y se hace durante toda la vida.
- ¿Comparte la teoría de que para triunfar hay que fracasar?
-La vida es un proceso continuo de éxitos y de fracasos. El olfato, la intuición para detectar las oportunidades, depende de su desarrollo. Lo que se intenta a través de las cátedras, como la que ahora dirijo, es que personas que quieren ser emprendedoras desarrollen competencias de tal manera que estén capacitadas para afrontar las distintas etapas. Hay que dotarlas de herramientas.
- ¿Un emprendedor es un empresario?
-No necesariamente. El empresario a lo mejor se limita a poner el capital. Pero muy vinculado al emprendedor está el intraemprendedor, que comparte las mismas características pero trabaja por cuenta ajena. El emprendedor es no sólo el que pone el capital y lo dedica a la empresa, sino la persona que tiene ideas, busca nuevas oportunidades, es perseverante, creativo, proactivo...
- ¿Y el intraemprendedor suele estar reconocido por el empresario?
-Por su experiencia vital y profesional ha llegado a tener las características del emprendedor, pero para ponerlas en práctica debe de estar motivado, y para eso se le debe aportar reconocimiento implícito, como el buen trato personal y la valoración, pero también el explícito, y ése es la remuneración. Si no es así, se desmotiva y deja de poner en práctica todas esas características.
- ¿Cómo sabe uno que es una persona emprendedora?
-Las hay con talento y proclives a la emprendeduría, pero no lo saben. Hay que descubrirlos y ayudarles a desarrollar esas competencias a lo largo de su educación formal, si pudiera ser en todo el ciclo formativo, pero sobre todo en la Universidad. Hay que motivarlos para que empiecen a descubrir su capacidad, la intuición. Eso depende del conocimiento y de la experiencia, que la pueden desarrollar en talleres, durante las relaciones que mantengan con empresas y con otros emprendedores.
- ¿Por qué se ligan la emprendeduría y los estudios de economía, ingenierías... a lo que antes se denominaba Ciencias?
-Eso es un error. Todos los campos son susceptibles de desarrollar nuevas ideas, y el de Humanidades tiene un potencial activo muy alto. Emprender es una competencia transversal y cualquiera que tenga las condiciones necesarias puede hacerlo, con independencia de los estudios que curse.
