El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha abierto una investigación interna para determinar si la muerte de un paciente a principios de este mes fue causada por dos compresas presuntamente olvidadas en la zona del corazón del enfermo. La comisión que indagará en los detalles de la intervención se reunirá esta misma mañana. "La información que tenemos es contradictoria, hay distintas versiones y conjeturas que están pendientes de esclarecer; por el momento, no tenemos datos para concluir que se ha producido una negligencia ", declaró ayer a este periódico Luis Hevia, gerente del HUCA.

El enfermo, de poco más de 40 años, había sido operado el pasado diciembre para sustituirle la válvula aórtica. Transcurridos unos días, recibió el alta. A principios de este año, hubo de ser reintervenido. Fue entonces cuando, al abrirlo, se produjo un desgarro de la arteria aorta que le causó la muerte inmediata. Allí aparecieron entonces dos gasas de las que suelen emplearse en el transcurso de las intervenciones quirúrgicas.

La auditoría interna deberá determinar, entre otros, dos aspectos. El primero, quién y en qué momento introdujo las compresas en la zona del corazón del paciente. La segunda: si fueron estas gasas la causa de la muerte. Las dos intervenciones fueron llevadas a cabo por equipos diferentes. El gerente del HUCA descartó que por parte del centro sanitario ovetense exista la intención de ocultar un posible fallo por parte del equipo quirúrgico. "Si ha habido errores en el procedimiento, la comisión de investigación los pondrá de manifiesto y corregiremos esas situaciones en la medida en que puedan ser compremetedoras para la salud de los pacientes", subrayó.

Luis Hevia reclamó "prudencia" en los enjuiciamientos del caso hasta que se conozcan las conclusiones de la comisión de efectos e incidentes adversos, un órgano de ámbito hospitalario cuyo cometido consiste en analizar situaciones confusas con desenlaces inesperados. "En el HUCA se hacen cada año unas 20.000 operaciones, y es indudable que puede haber errores, pero no sería justo poner en entredicho el buen nombre y el buen hacer de las personas antes de conocer las conclusiones de la investigación", señaló el gerente del HUCA, quien explicó que fue a principios de esta semana cuando tuvo conocimiento de lo sucedido. "La comisión actuará de forma totalmente aséptica, independiente y sin interferencias externas", aseguró el doctor Hevia.

A partir de hoy, la comisión de efectos e incidentes adversos deberá "monitorizar todo el proceso", señaló el máximo responsable del complejo sanitario de La Cadellada. Los especialistas que realizarán la auditoría deberán revisar con detalle el protocolo seguido, el cual, al menos teóricamente, debería estar rigurosamente plasmado en la historia clínica del paciente.

Según algunas fuentes consultadas por LA NUEVA ESPAÑA, cabe plantear varias hipótesis. Una, que en la intervención inicial el equipo médico olvidara las dos gasas, y que éstas ocasionaran una infección y el consiguiente desgarro de la pared de la aorta. Otra, que las compresas halladas en la zona de la operación fueran colocadas allí a lo largo de la segunda intervención, y que no fueran la causa real del deceso del enfermo.

Los protocolos quirúrgicos exigen un recuento pormenorizado del material empleado, y algunas fuentes indican que, tras la primera operación, en ese contaje no se echaron en falta las compresas. Esas mismas fuentes agregan que las gasas tampoco fueron detectadas en las pruebas de imagen que se practicaron al enfermo con posterioridad a la intervención de diciembre. En el resultado de la investigación pueden ser muy relevantes los análisis de las compresas, que teóricamente han sido remitidas al servicio de Microbiología del HUCA.