"Estamos convencidos de que en la primera intervención se cometió una negligencia que consistió en dejar material quirúrgico, dos gasas, dentro del paciente, lo cual originó un coágulo que le causó una infección generalizada". Así se pronunciaron ayer los familiares de un paciente fallecido el pasado día 2 en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en el transcurso de una operación de corazón en la que el cirujano se encontró junto a la aorta dos compresas de uso quirúrgico presuntamente olvidadas en otra intervención llevada a cabo el 11 de diciembre.

En el momento en el que el cirujano procedió a retirar el coágulo y las gasas, la arteria aorta se desgarró y el paciente se desangró en pocos segundos. Las dos intervenciones fueron llevadas a cabo por equipos distintos.

"Se nos dijo que la segunda era una intervención rutinaria de 30 o 45 minutos, y el resultado real fue la muerte", explicaron a LA NUEVA ESPAÑA los parientes más cercanos de este vecino de Oviedo, de 44 años, que ha dejado viuda y dos hijos. "Si el HUCA no aclara lo sucedido o alguien se atreve a destruir pruebas, tomaremos las medidas necesarias para obtener justicia", precisaron. En efecto, agregan, "nuestro mayor temor es que se destruyan pruebas". Su exigencia se resume en que la Administración sanitaria les cuente "toda la verdad". "No queremos dinero, sino justicia", aseveraron.

A juicio de los allegados del fallecido, además de los fallos cometidos en la primera intervención quirúrgica, en la segunda "no se tomaron las medidas necesarias" para abordar con garantías la retirada del coágulo. "Por ejemplo, podían haberle conectado a una maquina de circulación extracorpórea", señalaron. La respuesta del cirujano tras esa segunda operación tampoco les convenció: "Nos dijo que son cosas que pasan, y que ellos siguen una guía y un protocolo", relataron.

El caso fue desvelado por LA NUEVA ESPAÑA en su edición de ayer. El HUCA inició ayer mismo una investigación para determinar si la muerte fue consecuencia del olvido de las dos compresas citadas. Al término de la reunión, el gerente del HUCA, Luis Hevia, declinó realizar declaraciones hasta que concluya el trabajo de la denominada comisión de efectos e incidentes adversos. Anteayer jueves, antes del inicio de la investigación, había indicado lo siguiente: "Si ha habido errores en el procedimiento quirúrgico, la comisión de investigación los pondrá de manifiesto y corregiremos esas situaciones en la medida en que puedan ser comprometedoras para la salud de los pacientes". La comisión proseguirá sus indagaciones pasado mañana, lunes.

La primera operación fue realizada el pasado 11 de diciembre. Tenía como objetivo corregir una estenosis aórtica, y consistió en sustituirle la válvula aórtica. A los pocos días se le declaró una infección. Fue dado de alta al cabo de unos días, y en su casa tuvo que seguir los diversos tratamientos, entre ellos los dirigidos a combatir la infección. Durante las fiestas navideñas sufrió episodios de malestar y varios desvanecimientos. Finalmente, hubo de ser reingresado en el HUCA. Las exploraciones detectaron la existencia de un coágulo.

El 2 de enero fue operado de nuevo. El cirujano -según el testimonio de la familia del paciente- les dijo que se trataba de una intervención "rutinaria" para retirar el coágulo. Lo sucedido a continuación figura en un informe que el Hospital Central de Asturias ha entregado a la familia del fallecido: "Apertura esternal. Retirada de coágulo justo encima de tubo de dacron, sin retirar los coágulos al completo. Se produce sangrado profuso e incohercible. Se siguen retirando coágulos para intentar controlar sangrados, retirando dos compresas de raíz de aorta y observando obulsión de raíz de aorta del anillo aórtico (se observa prótesis aórtica), con sangrado masivo que no da tiempo a tomar medidas contra el mismo. El paciente es éxitus".

En la terminología médica, a la muerte se la denomina "éxitus".