La tendencia de aproximación que mantenían el Partido Popular y Foro (FAC) se diluye. El partido que fundó Álvarez-Cascos se ve ahora por los populares como un activo en retroceso. En el PP aseguran haber conocido encuestas que pronostican para los foristas un diputado o ninguno incluso antes del auge demoscópico de Ciudadanos. Las mismas encuestas pronosticaban para el PP que sería el partido más votado en Asturias en caso de unas elecciones autonómicas, según fuentes populares. De ahí que hoy, reeditar la coalición entre populares y foristas de cara a los comicios autonómicos, tal y como ocurrió en las últimas generales, sea un asunto que no preocupa al PP asturiano: es más, ni siquiera interesa. "Si a alguien debería preocupar eso tendría que ser a Foro", espeta un dirigente popular. "No es interesante hablar ahora de coaliciones, por lo menos para nosotros", dijo el jueves en Gijón Mercedes Fernández.
No será por no haberlo intentado, se dicen los populares. Durante meses, el entorno de Mercedes Fernández trató de establecer cauces de comunicación con los foristas para amarrar una alianza electoral, pero en Foro hicieron oídos sordos. "No toca", venía a repetir la presidenta forista, Cristina Coto, cada vez que se le preguntaba por el asunto. Al tiempo, las especulaciones internas en Foro comenzaron a forjar cierta desconfianza en el Partido Popular. Los movimientos en el partido que fundó Álvarez-Cascos que lanzaban la posibilidad de que la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, fuese la punta de lanza electoral en Asturias de Foro elevaron los recelos. Y más cuando comenzó a conocerse la hipótesis que algunos dirigentes foristas acariciaban en silencio: plantar ante Génova el órdago de que Moriyón encabezase la lista de coalición y se buscase a Mercedes Fernández una salida honrosa en otros ámbitos del Gobierno central o del Parlamento europeo.
Las últimas noticas de las negociaciones entre Foro y el PP fueron precisamente la ausencia de ellas: "Hace tiempo que no hay contacto", aseguraban fuentes populares próximas a Mercedes Fernández. La puntilla la puso la carta que Cristina Coto envió a la presidenta de los populares para afearle que amparase la opción de que el exforista Carlos López, recién afiliado al PP, fuese nombrado líder local de los populares. López se había dado de baja de Foro después de que el partido expedientase al portavoz municipal, Modesto Vallejo, por su rechazo a la coalición de PP y Foro en las elecciones generales. Coto invocó el pacto antitransfuguismo, lo que ha colmado el vaso de la paciencia de los populares: "No deja de ser paradójico que Foro critique que alguien de su partido se pase al PP, cuando Foro nació precisamente de personas que dejaron el PP", señalan con ironía en medios populares.
La desafección también es mutua: en Foro se asienta la idea de que el gobierno de Mariano Rajoy no ha cumplido los compromisos que propiciaron que el diputado forista Isidro Martínez Oblanca respaldase los Presupuestos Generales de 2017. Y para colmo, la solución a la variante de Pajares, cuyo cambio de diseño forzaron los foristas, no satisface en el partido.
A ese desamor se suma la presencia de un tercero: Ciudadanos se ha convertido en un actor relevante para hacer cualquier previsión electoral. Su auge, que anticipan las últimas encuestas tras su posición en la crisis catalana, sería a costa de PP y PSOE, pero en Asturias, sospechan los populares, también llevándose votantes foristas. "El escenario ahora es otro", admiten en el Partido Popular.
Ciudadanos abre además otra vía. El partido de Albert Rivera cuenta con un plazo de un año para construir una estructura territorial que, en algunos municipios, tiene aún en pañales: harán falta candidatos en listas municipales y autonómicas y ahora, con opciones de lograr asiento, según las encuestas: una tentación si alguien piensa en cambiar de barco.
