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Una inundación acaba con parte de las semillas del banco de germoplasma

"Ha sido una auténtica desgracia", asegura el director del equipo científico del Botánico

Un equipo recogiendo semillas en la cordillera Cantábrica. ARCHIVO

Una inundación en el bajo del Jardín Botánico de Gijón ha terminado con gran parte de las semillas del banco de germoplasma de Asturias, es decir, con semillas únicas que estaban recogidas en este espacio desde hace quince años y que no se podrán recuperar. En el banco de germoplasma se guardan cientos de semillas no sólo de la cordillera Cantábrica sino también de la península Ibérica y que tienen un alto valor por su singularidad.

Tomás Emilio Díaz, botánico y director del equipo científico de esta institución, asegura que ha sido "una auténtica desgracia". Y es que, además de perderse parte de las semillas, la inundación también ha terminado con prácticamente todo el material de uso científico del que se disponía en el banco de germoplasma. Díaz lamenta que se haya producido esta inundación, y es que desde el Jardín Botánico de Gijón llevan años alertando al Principado de que las instalaciones en el bajo no ofrecían las garantías suficientes y que el riesgo de inundación era probable. Al final, los peores pronósticos se han cumplido y ahora se están evaluando cuántas semillas se han perdido y si existe la posibilidad de recuperar alguna de ellas.

El botánico reconoce que esta tarea no será sencilla, pero confía en poder sacar adelante algunas de las semillas afectadas por el agua. Explica Tomás Emilio Díaz que "sabemos que había un proyecto para crear un local nuevo para el banco de semillas en la planta primera, justo al lado de la zona de cafetería, pero lamentablemente hace tiempo que no sabemos nada y al final ha ocurrido un desastre".

Fue una canalización rota lo que terminó por anegar toda la zona del banco de semillas, llevándose por delante el trabajo de recopilación y recuperación de los expertos durante quince años.

Ahora las semillas afectadas por el agua se han sacado a otro lugar "más seguro", según explica el botánico, donde confía en que no todas se pierdan. También se intenta que todo el material de trabajo, que ha quedado muy afectado por el agua, se pueda salvar, aunque todo apunta a que será difícil y no quedará otra opción más que reponerlo. "Lo que más nos preocupa son las semillas", reconoce el botánico.

En el banco de germoplasma de Gijón se encuentran semillas de gran valor botánico, además en el año 2012 se llevó a cabo una campaña para la conservación de los endemismos cantábricos y pirenaicos, en colaboración con los bancos de Iturraran (Guipúzcoa) y Olárizu (Álava).

Fue en este año cuando estos dos bancos comenzaron a trabajar de forma conjunta con el asturiano y gracias a ellos se logró comenzar a recuperar todas las semillas de la flora de las cordilleras Cantábrica y Pirenaica, donde crecen más de trescientas cincuenta especies diferentes. Ahora hay que esperar a que se evalúen los daños del banco de semillas de Gijón, desde donde ya han transmitido que tendrán que "volver a recordar al Principado su compromiso con la construcción de un espacio adecuado para el banco de semillas. No tiene sentido trabajar con estas condiciones", remata Díaz.

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