José Abel P. Y., uno de los absueltos en el el juicio contra el clan de "los Mercheros" de hace unos meses, en el que los principales encausados quedaron libres al anularse las escuchas, ha admitido esta mañana en la sección segunda de la Audiencia Provincial que intentó introducir en prisión cinco tranquilizantes y 1,5 gramos de heroína, pero no para traficar, sino para consumirlo él mismo.

El acusado, que dijo estar enganchado en aquella época a la cocaína, el alcohol y el hachís, indicó que en aquel momento trabajaba en la enfermería y que estaba "muy estresado" por ver a tanta gente enferma y necesitaba " dormir y descansar". También que la heroína le relajaba de los efectos de la coca. En ningún momento admitió que la droga era para vender en prisión. Además, dijo, un tío suyo estaba muriéndose y no le dieron permiso para ir a verle, lo que le afectó sobremanera.

Empresario de la construcción de La Felguera de 41 años, aseguró que la droga la había comprado, y no la había obtenido en un encuentro íntimo en la prisión, o vis a vis, como sostiene el ministerio público, que esta mañana ha mantenido su petición de cuatro años de cárcel. Los funcionarios de la cárcel explicaron que les habían avisado de que el preso podría intentar introducir droga en prisión, por lo que le realizaron un cacheo desnudo.

Él negó que llevase droga, por lo que decidieron hacerle una placa radiológica, para la que ya contaban con el permiso de la jueza de vigilancia penitenciaria. Tras la placa, siguió negando que llevase la droga, aunque finalmente se rindió y accedió a entregarla. La defensa, a cargo del abogado Iván Cortina, puso en duda la cadena de custodia de la droga, ya que permaneció en una caja fuerte del subdirector de Seguridad de la prisión durante seis meses antes de ser entregada a la Guardia Civil. "Era para mi consumo", dijo el preso al final del juicio.