La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Será la ruina", denuncian los ganaderos sobre la nueva norma europea de purines

El medio rural prevé cierres: "No estamos preparados ni tenemos la maquinaria adecuada"

Adrián Menéndez extrae purines en Casa Venturo (Idarga, Salas). SARA ARIAS

Esta información ha sido elaborada por: M. J. IGLESIAS (Oviedo), Ana SERRANO (Valdés), Demelsa ÁLVAREZ (Tineo) y Cristina MURUZÁBAL (Llanes)

Los ganaderos podrán seguir "cuchando", pero quieren hacerlo "como toda la vida". El sector clama contra la nueva normativa de la PAC, que obliga a modificar el modo de empleo de los fertilizantes orgánicos en todo el país, salvo en los territorios exentos, entre los que aspira a estar Asturias.

Carlos Santoveña, de la Ganadería Sancel, en Turanzas (Llanes), opina que si la norma se aplica en Asturias "tendríamos que cerrar; ahora si entramos a abonar y manchamos después con las ruedas del tractor la carretera, nos multan, por eso lo hacemos con los cañones. Tenemos la esperanza de que declaren a Asturias territorio exento". A Marcos Fernández, ganadero de Almuña (Valdés), tampoco le salen las cuentas. "Si nos van a obligar a llevar todo a una planta de tratamiento, además de pagar, nos quedamos sin abono y tenemos que comprarlo". En Cangas del Narcea, Avelino Álvarez, de ganadería Bergame, asegura que la nueva norma traerá cierres. Su explotación de carne genera en invierno dos millones de litros de purines. No ve factible pagar por llevarlo a una planta de tratamiento "que cuesta cuatro euros por mil litros". Marcos Teixeira, de Casa Florencio, en Combarcio (Tineo), insta a las administraciones a aportar soluciones. "Un ganadero no puede afrontar el coste que supondrá esta imposición".

El Principado pedirá el miércoles al Ministerio de Agricultura que la región quede fuera de las medidas, condición para cobrar el llamado "pago verde" de la política agrícola comunitaria. El decreto del Ministerio precisa que la aplicación de purines no podrá realizarse con sistemas de plato, abanico, ni cañones y deberá inyectarse en la tierra, pero matiza que "las comunidades podrán establecer excepciones atendiendo a las características específicas de las superficies". De acuerdo con la misma norma, el cucho (estiércol) deberá enterrarse después de su aplicación, en el menor plazo posible. La UE considera que la contaminación por estiércol y purines representa una sexta parte de las emisiones de gases invernadero de la agricultura, según datos de Eurostat.

Compartir el artículo

stats