Decenas de ganaderos desafiaron esta mañana al frío y a la nieve para mostrar su preocupación por la futura aplicación en Asturias de la norma del Ministerio de Agricultura que obliga enterrar el cucho en la tierra y a inyectar los purines.

La manifestación, convocada por la Unión de Campesinos Asturianos (UCA), secundada también por Asturias Ganadera, partió del edificio del Gobierno del Principado, en Llamaquique, y se desplazó, bajo una intensa lluvia, hasta la Junta General del Principado.

A los ganaderos no les parecen suficientes las excepciones establecidas para Asturias, que "salvan" de la aplicación del decreto al 96% de las fincas afectadas. "Nos da miedo que esta medida sea sólo para tranquilizarnos y que el 31 de diciembre de 2018 nos encontremos con el decreto en vigor", aseguró Pachón García, secretario general de UCA.

Saturnino Rodríguez (Nino), ganadero de carne en Arriondas (Piloña), señaló que la normativa es imposible de aplicar en Asturias. "No tenemos los terrenos adecuados ni tampoco la maquinaria; si el decreto se llega a aplicar será la ruina del campo asturiano". De la misma opinión es su compañero, Pablo González, ganadero, también de carne, de Pola de Lena, que destaca la importancia de asegurar que Asturias quede libre de las nuevas medidas. "De momento podemos echar el cucho como siempre, pero queremos seguir haciéndolo con todas las garantías", recalcó.