La presidenta del Partido Popular de Asturias, Mercedes Fernández, ha expuesto esta mañana el compromiso de su partido con la región del "día a día" y el "puerta a puerta" como única alternativa válida no sólo frente a un PSOE "seco", también en contraste con "otros que dicen que son emergentes, pero que practican una política de fin de semana". Sin citar a Ciudadanos, que desde las últimas elecciones en Cataluña se ha consolidado como la gran amenaza electoral del PP, Fernández mencionó como uno de sus grandes avales su "vocación de servicio" y su interés por pulsar de primera mano los problemas de la región en un recorrido periódico, semanal y en furgoneta, por sus principales localidades.

La líder de la formación conservadora en el Principado ha clausurado con esas y otras palabras el decimoquinto congreso de Nuevas Generaciones en Asturias, que ha proclamado como nuevo presidente al único candidato, Andrés Ruiz, y ha despedido a su antecesor, el presidente de la "cantera" del PP en Asturias durante los últimos ocho años, Pablo Álvarez Pire. Mercedes Fernández arengó a los "cachorros" del partido hablando de la "gran serenidad" que le procura la "grandeza como estadista" que está demostrando Mariano Rajoy y redoblando sus esfuerzos por hacer visible la decadencia de los socialistas asturianos. "Después de treinta años, el PSOE está seco de iniciativas y respuestas", "en una pugna entre ellos, entre la cúpula del partido y la estructura del Gobierno, y en esa lucha pierde Asturias", remarcó.

Pasó casi sin mirar sobre la controversia relativa al próximo candidato a la alcaldía de Oviedo, las opciones del exalcalde Agustín Iglesias Caunedo y las valoraciones que al respecto hizo esta semana el vicesecretario general de Acción Sectorial del PP, Javier Maroto. "No hay ninún candidato nominado", se limitó a decir Mercedes Fernández, "ni siquiera en el ámbito autonómico".