Dice el refrán que año de nieves, año de bienes. Y eso es aplicable a los viños del Suroccidente, donde las intensas nevadas están siendo muy bien recibidas. Después de dos años caracterizados por pasar inviernos más bien secos, alargándose además la situación durante todo el año, recibir una nevada como la actual hará que las plantas sacien la sed que llevaban arrastrando durante todo este tiempo y logren reponer fuerzas para una nueva campaña.
El viticultor José María Martínez cree que hace ya cuatro o cinco años que no ve nieve en sus viñedos situados a las afueras de Cangas del Narcea, en Las Barzaniellas. Ahora mismo calcula que en la zona más baja de su plantación hay unos 10 centímetros de espesor, que va aumentando a medida que se sube la ladera de la que cuelgan las vides. Una vista que le alegra contemplar porque, asegura, "la nieve siempre viene bien cuando llega en su momento, en invierno; la sequía que estábamos viviendo estos años de atrás estaba haciendo que las plantas se resintieran", explica.
En este momento, las vides se encuentran en un periodo de letargo. A principios de diciembre pierden sus hojas y se mantienen sin aparentes muestras de vida hasta la llegada de la primavera. Sin embargo, la planta está utilizando todo este tiempo para nutrirse y una buena dosis de agua hará que inicie el nuevo ciclo con las necesidades cubiertas.
"Las plantas tenían mucha sed después de este año tan seco y, sobre todo, para las plantaciones nuevas será muy beneficioso porque tendrán un gran aporte de agua y humedad para seguir creciendo", subraya Martínez.
Lo único que ha interrumpido la nevada es la poda. No obstante, el viticultor asegura que no es grave, puesto que hasta marzo se puede seguir realizando esta labor. Aunque un invierno lluvioso y con presencia de nieve es bueno para la viña, el viticultor no se atreve a vaticinar si también lo será para la uva y la producción del vino. Hasta recoger el fruto a partir del próximo mes de septiembre son muchos los factores que pueden influir en el proceso de manera impredecible. Sin embargo, lo que sí tienen claro en los viñedos es que el arranque del nuevo ciclo de las vides a partir de marzo será bueno. "Las plantas iniciarán la campaña con sus necesidades bien cubiertas y esto es muy positivo", enfatiza.
