-¡Estás hecho un chaval!

-¡Qué va! ¡Mejor que un chaval!

Gregorio Machado Menéndez, vecino de Lugones, trasplantado de hígado y riñón en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) hace 15 años, se mostró muy optimista ayer, en la celebración de los 500 implantes hepáticos realizados en el Principado. Al acto conmemorativo asistieron varias decenas de pacientes trasplantados, además de profesionales sanitarios y del consejero de Sanidad, Francisco del Busto.

El primer trasplante de hígado de Asturias se llevó a cabo el 16 de abril de 2002. Actualmente, van 539. El año pasado, se practicaron 48, la cifra anual más alta de todo este periodo, que ha situado al Principado como la segunda comunidad autónoma -sólo por detrás de Murcia- en cifra de trasplantes en función de la población, con una tasa de 46,6 por millón de población que casi duplica la media nacional (26,8 por millón). Además, la lista de espera es de las más bajas del país -seis pacientes, a fecha de ayer- y, consecuentemente, las demoras que sufren los enfermos también son comparativamente muy bajas. "El año pasado no falleció ningún paciente en lista de espera", destacó Dolores Escudero, coordinadora autonómica de trasplantes.

Ignacio González-Pinto, cirujano jefe del programa de trasplante hepático, destacó el avance que para los pacientes de la región ha supuesto la implantación de este procedimiento quirúrgico en el HUCA. Gracias a que está en marcha, "los enfermos asturianos no tienen que irse fuera a operarse, disponen de más posibilidades que antes de ser trasplantados, y están menos tiempo en lista de espera". En los tiempos recientes, "la tasa de supervivencia de los pacientes que se trasplantan en el Principado es del 90 por ciento al cabo de tres años, y del 88 por ciento a los cinco años", precisó González-Pinto.

El acto académico fue organizado por la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria de Asturias (Finba), y contó con la participación de varios expertos. Pero el programa conmemorativo también abrió un hueco para la participación de los pacientes. Entre ellos, Honorino Argüelles Monte, presidente de la Asociación de Trasplantados Hepáticos de Asturias (ATHA), quien casualmente fue el primer paciente al que implantó un nuevo corazón Ignacio González-Pinto. Fue en 1991, y el cirujano trabajaba en el Hospital Doce de Octubre, de Madrid, en el equipo dirigido por Enrique Moreno, ganador en 1999 del Premio Príncipe de Asturias de Investigación. "En aquel momento sólo se nos ofrecía trasplantarnos en Madrid o en Barcelona", explicó Honorino Argüelles, quien destacó que los 27 años transcurridos desde el trasplante "han sido maravillosos".

El ya citado Gregorio Machado Menéndez es vicepresidente de la Asociación de Trasplantados Hepáticos de Asturias. Fue el duodécimo paciente operado en el HUCA. Ana María García Menéndez, avilesina, es tesorera de Atha. Con su optimismo habitual, manifestó que se encuentra "genial". Natividad Menéndez Pérez, de Santa Cruz de Llanera, se trasplantó hace 22 años en el Hospital Marqués de Valdecilla, de Santander. "Tardaron casi 15 años en diagnosticarme lo que tenía, que era una cirrosis biliar primaria. Por entonces, había muy pocos casos en España. El trasplante me ha ido muy bien, aunque después me han llegado otros problemas de salud", indicó a este periódico. "La experiencia fue dura, pero muy buena, y después de nueve años estoy estupendamente", explicó el gijonés Manuel Magadán López.

Nueve meses lleva con un nuevo hígado Joaquín Palacio Suárez, de Pola de Siero, el trasplantado número 500 del HUCA y de Asturias: "Tuve suerte, porque no tuve mucha espera, y mi enfermedad no estaba muy avanzada. Prácticamente pasé de un estado de salud normal a otro un poco mejor. Llevo una vida casi normal. Eso sí, tienes que cuidar la alimentación. Sigo las pautas que me marcan los médicos. Supongo que me queda un tiempo hasta que me estabilice".

A lo largo del acto hubo varias alusiones de gratitud a Jesús Otero, el anterior coordinador autonómico de trasplantes, ya jubilado.