El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, presentó ayer en Barcelona el nuevo concepto de "Smart Train" (tren inteligente) de Renfe, un producto de menor coste que empezará a funcionar en 2019 y que aunará la alta velocidad con la "digitalización de todos los procesos, un sistema de precios predecibles para cada cliente, el viaje puerta a puerta, la integración con otros productos turísticos, nueva versatilidad y espacios de trabajo y una mayor sostenibilidad". Su nombre: "Eva".

En un primer momento funcionará como proyecto piloto entre Madrid y Barcelona, pero podría extenderse a otras líneas, como el AVE a Asturias a través de la variante de Pajares. "Eva" incorporará los últimos avances del mercado. No existirá billete físico, sólo digital, que integrará todos los sistemas de transporte y la identificación de pasajeros podrá ser biométrica.

"Eva" es un nuevo concepto de Renfe que optimiza el producto de alta velocidad para adaptarse a más viajeros y completar la cartera de productos de Renfe en servicios comerciales. Al concepto generalista del AVE, su versión más económica AvCity y la marca internacional (AVE+TGV), se suma ahora el producto "Eva", un "Smart Train" diseñado sobre las nuevas tecnologías y la demanda de servicios más personalizados e innovadores para el sector de la población que todavía hoy apuesta por el viaje en coche: grupos pequeños, jóvenes y familias.

Se trata de un nuevo concepto de viaje para un nuevo tipo de viajero que pide inmediatez, personalización, servicios y pagar exclusivamente por los atributos que necesita: en concreto, un precio entre un 20 y un 25 por ciento inferior al AVE. Según explicó el ministro de Fomento se trata de un nuevo servicio que mejorará las prestaciones actuales completando el viaje de alta velocidad y que aprovechará de forma intensa las tecnologías disponibles, las posibilidades que ofrece la innovación y la digitalización, así como la personalización de los servicios.

En este sentido, De la Serna subrayó que este nuevo servicio aportará atributos y complementos de valor añadido en un nuevo concepto de tren que se adaptará a las necesidades concretas de cada viajero y que tendrá como rasgos característicos la intermodalidad, la velocidad, la digitalización, la sostenibilidad o el futuro.

En los próximos meses, Renfe va a terminar de diseñar el "Eva" en un proceso conjunto de "co-creación" con sus clientes. A través de grupos cualitativos se irá creando de forma conjunta la imagen definitiva del producto y la definición de sus prestaciones comerciales y de servicio.

"Eva" incorporará los últimos avances del mercado, no sólo de transporte, sino de todos los ámbitos de las comunicaciones y el turismo. No existirá billete físico, sólo digital, que integrará en un mismo ticket todos los sistemas de transporte y la identificación de pasajeros podrá ser biométrica.

"Eva" ofrecerá un viaje 100 por ciento conectado, con wifi y comunicación online, incluso entre los viajeros para, por ejemplo, compartir ruta a la llegada. Mediante apps, conectará al viajero con el trayecto, informándole sobre el punto en el que se encuentra su viaje, actividades de interés en destino o lugares por donde pasa el tren a través de realidad aumentada. La nueva alta velocidad conectará además al pasajero con el centro de gestión y comunicación de Renfe a través de su móvil.

El viaje con "Eva" será puerta a puerta. Si el viajero quiere, en un único billete integrado dispondrá del tren con todo lo demás: taxi, cercanías, metro, autobús o coche de alquiler. Además, los trenes estarán pensados para adaptarse a distintas modalidades de viaje, con espacios para minigrupos (de 2, 4 o 6 personas) con más zonas para compartir el viaje o trabajar, y espacio adaptado para llevar especiales.

El "Eva" se prestará en distintas rutas de alta velocidad. La estación de El Prat funcionará como base de operaciones para su arranque en España. La previsión es que Eva se estrene en 2019 en el corredor Barcelona el Prat-Camp de Tarragona-Madrid con 5 frecuencias por sentido diarias.

Esta línea es la que presenta un mayor potencial de tráfico y de transferencia de viajeros al tren. Por su parte, la estación de El Prat ofrecerá mejores oportunidades para establecer un modelo de integración intermodal y aparcamiento, con plena accesibilidad al área metropolitana de Barcelona.