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La jueza pide al HUCA la grabación de las operaciones de corazón tras las que murió un ovetense

La magistrada ordena enviar los restos de las compresas al Instituto de Medicina Legal e investiga un posible delito de revelación de secretos

Una gasa, a la izquierda, y una compresa de uso quirúrgico. LUISMA MURIAS

La jueza que investiga el supuesto olvido de dos compresas en el interior de un paciente que falleció en una operación del corazón ha empezado a pedir pruebas. Por el momento, ha solicitado al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) las grabaciones de las dos intervenciones a las que fue sometido el ovetense J. L. G. R., de 44 años, fallecido en la segunda operación, que se desarrolló el pasado 2 de enero. Asimismo, la magistrada reclama a los responsables del hospital que "procedan a asegurar" las pruebas -"compresas y otros restos"- de las intervenciones que fueron remitidas para su cultivo y análisis al servicio de Microbiología del HUCA.

Dichas pruebas deberán ser puestas "a disposición del Instituto de Medicina Legal de Asturias al objeto de realizar los estudios que en su caso se acuerde", señala en su auto de apertura de diligencias la juez Marta Iglesias López, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo, cuya actuación da respuesta a una denuncia de la familia del fallecido, que a priori defiende que se produjo "una negligencia penal". El próximo día 26 deberá declarar como investigado el cirujano que efectuó la primera operación.

La magistrada también ha ordenado indagar en la posibilidad de que se haya producido "un delito de revelación de secreto o contra la intimidad" en el hecho relatado por el abogado Alfredo García López, quien ha hecho público que un profesional del HUCA que participó en la segunda operación acudió a él para encomendarle que pusiera en conocimiento de la familia del fallecido que la muerte se debió a "una imprudencia profesional muy grave, consistente en olvidarse, en la primera intervención, de dos compresas quirúrgicas en el corazón".

El supuesto olvido de dos compresas de quirófano en el interior del paciente se sitúa en el eje de un caso que ha suscitado una notable controversia en el HUCA y en el conjunto de la sanidad regional. La versión que esgrime una investigación interna realizada por el HUCA descarta una negligencia en la primera cirugía: "No había ninguna compresa en el corazón del paciente después de la primera operación porque, si las hubiera, las habrían detectado las pruebas radiológicas, y no las detectaron. Esto no es una opinión: es irrefutable", sostienen fuentes hospitalarias, que precisan que las compresas están dotadas de un dispositivo "que permite detectar su presencia incluso con una simple radiografía".

En la imagen que acompaña a estas líneas se observan una gasa y una compresa de uso quirúrgico. Totalmente extendida, la compresa tiene forma cuadrada, con unos 40 centímetros de lado. La banda azul está conformada por un hilo de contraste radiológico que permite que, en el caso de quede depositada en el interior de un paciente, sea detectable incluso mediante una radiografía simple. La experiencia común indica que el volumen de este tipo de urdidumbres de hilo se reduce en gran medida en el caso de que se empapen, y estas compresas son usadas a menudo para contener hemorragias.

Entre tanto, la historia clínica del paciente señala que en la segunda operación el cirujano tuvo que retirar "dos compresas de raíz de aorta". Supuestamente, esta versión es apoyada por el cirujano que practicó la intervención, y también por el anestesista y los enfermeros que estaban ese día en el quirófano. La consecuencia habría sido que esas compresas se infectaron, formaron un coágulo y, en el momento en el que el cirujano procedió a retirarlas, la arteria aorta se desgarró y el paciente se desangró.

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