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La maliayesa desaparecida, a su marido en una carta perdida: "No molestes más"

Una misiva de Mari Trini Suardíaz, hallada en su libreta de recetas, deja claro que quería romper: "Antonio, cúrate, no estás bien, tú tienes algo"

Agentes de la Policía examinan pruebas halladas en la casa de Berbes. CRISTINA MURUZÁBAL

"Antonio, mira, será mejor que no vengas por aquí a molestarnos más, porque todo lo que tenías aquí lo llevaste. Lo que teníamos que hablar ya lo hablamos, y si tenemos que hablar más, lo hablamos en el Juzgado". Éste es el encabezamiento de una carta que la maliayesa desaparecida Trinidad Suardíaz y Suero le escribió a su marido. Parece que nunca llegó a enviarla. La guardó en una libreta verde en la que tenía apuntadas recetas de cocina. Fue encontrada, con otros efectos personales, en la casa de Berbes (Ribadesella), propiedad de su esposo, el portugués Antonio María da Silva, y en la convivieron. Se desconoce si el destinatario llegó a leerla. Tampoco está fechada.

La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría de la Policía Nacional de Gijón excavó y revisó la vivienda el mes pasado con la esperanza de encontrar los cuerpos o alguna pista del paradero de Mari Trini y su hija Beatriz, desaparecidas en 1987. Todas las sospechas recaen sobre el marido y padre, que pudo matarlas.

"Antonio, cúrate, que no estás bien, tú tienes algo, y cuando tú cambies y yo cambie, entonces volveremos a juntarnos y seremos felices", prosigue la mujer, que hoy tendría 55 años, en su misiva manuscrita. Deja claro que algo no va bien en su matrimonio y quiere tomar distancia. De sobra era conocido que el hombre no le daba buena vida y sus allegados relatan episodios violentos, como que quiso despeñarla a ella y a su abuela y luego quemarlas, o de encierros en casa, en los que Mari Trini pidió auxilio tirando notas al exterior en Berbes y Matadeón de los Oteros (León). Aquí fue donde la Policía Nacional también excavó en el solar que queda de la antigua vivienda que el portugués compró en 1982, pero tampoco halló los cuerpos de la madre y la hija. Los vecinos informaron a la Guardia Civil de lo que estaba ocurriendo y el hombre fue detenido por un delito de amenazas de muerte y tenencia ilícita de armas el 25 de abril de 1986. Sus padrinos fueron a buscarla a León. Ya estaba embarazada de su hija Beatriz. Estuvo unos meses en la casa familiar de Bárzana (Villaviciosa) y dio a luz en la casa cuna de la Gota de Leche (Gijón), en junio de 1986. Estuvo unos meses acogida por las Madres Adoratrices, también en Gijón. Pero acabó regresando con su marido, siguiendo el consejo de las monjas. El 15 de julio de 1987 se personó con él en la Audiencia Provincial de León, pero en septiembre el matrimonio no se presentó al juicio en el que a él se le acusaba de amenazas de muerte a su esposa y tenencia ilícita de armas.

Parece ser que regresaron al domicilio de Berbes, donde se encontró esta misiva, que concluye: "Lo que estoy arreglando, tengo que seguir, porque es el bien tuyo y mío, pues si acaso no nos entendemos, pues ya lo tenemos arreglado. Trini".

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