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Las feministas asturianas aplauden que la violencia machista se sitúe entre los principales problemas del país

"Esto refleja cómo las campañas de prevención y sensibilización hacen mella en la sociedad", señala Jessica Castaño, de la Asociación de mujeres separadas y divorciadas de Asturias

El paro, la corrupción, la economía, la independencia de Cataluña y... la violencia contra las mujeres. El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que mide mes a mes las preocupaciones de los españoles, registró en enero un incremento notable del porcentaje de encuestados que, de manera espontánea, sitúa la violencia contra las mujeres entre los tres mayores problemas que existen en España. En concreto, pasó del 1,8 al 4,6 por ciento, y se situó por vez primera entre las diez mayores preocupaciones de los españoles. Un dato que, a ojos de las asociaciones de mujeres es "un triunfo del movimiento feminista", pese a estar aún muy por debajo de los porcentajes que registran otros problemas como el desempleo o la corrupción.

Jacobo Blanco, profesor del área de Sociología de la Universidad de Oviedo, profundiza en los datos de la encuesta -que se realizó entre el 2 y el 14 de enero- y conecta el incremento de encuestados que sitúan la violencia contras las mujeres entre sus principales preocupaciones con una mayor presencia mediática, vinculada a casos como el movimiento #MeToo, el asesinato de Diana Quer o el juicio a "La manada" por, presuntamente, abusar sexualmente de una joven en los sanfermines. "Son porcentajes bajos pero significativos. Porque, efectivamente, hay un repunte y es notable, sobre todo entre las mujeres de dos franjas de edad muy determinadas: la de mujeres jóvenes, de la edad de Diana Quer o de la chica de los sanfermines, que se sienten identificadas, y de mujeres entre los 55 y los 65 años, una franja en la que hay muchas madres de chicas jóvenes y, también, en la que las mujeres ven más la televisión". Blanco incide en que está por ver si el repunte se debe únicamente a esa presión mediática, o si la violencia contra las mujeres se convierte en una preocupación constante de los españoles.

El politólogo Óscar Rodríguez Buznego coincide en que el repunte es notable, aunque muestra su sorpresa ante un porcentaje que, entiende, no se corresponde aún con la presencia del problema en los medios y en la agenda política: "Por la atención de los medios y de algunos actores políticos, de entidades ciudadanas, organizaciones cívicas... Parecería lógico esperar que hubiera una muestra de mayor sensibilidad en la sociedad, de mayor inquietud de la que expresa ese cinco por ciento, un porcentaje bastante bajo a mi modo de ver".

Habría que preguntarse por qué la sociedad española no muestra una mayor inquietud". Entre los colectivos feministas, existe la esperanza de que este dato marque un cambio en la valoración del problema. "Creemos que esto refleja cómo las campañas de prevención y sensibilización hacen mella en la gente y entre la sociedad", señala Jessica Castaño, de la Asociación de mujeres separadas y divorciadas de Asturias. Para ella, la concienciación social es clave para atajar el problema, como también comprender su magnitud: "Hay más mujeres muertas por esta violencia que víctimas de ETA, pero no se les da esa importancia, no se as equipara. La única manera de acabar con un problema es que se entienda que es un problema".

En la misma línea, Eva Irazu, de la Plataforma Feminista d'Asturies, vincula el repunte a las campañas de sensibilización, y espera que el tema tenga continuidad en el barómetro: "Es un triunfo del movimiento feminista, y es importante que la violencia contras las mujeres empiece a preocupar a la gente. Porque nos están matando".

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