La cooficialidad del asturiano ha irrumpido en el hemiciclo de la Junta General antes incluso de que llegue el dictamen en el que trabaja Izquierda Unida. La presidenta del PP, Mercedes Fernández, ha pedido a Javier Fernández en su primera pregunta al Presidente del nuevo período de sesiones que "no abdique" ante el giro que ha dado la Federación Socialista Asturiana (FSA) tras asumir por primera vez la cooficialidad de la llingua en su último congreso autonómico. Javier Fernández ha dejado claro que no es partidario de elevar el grado de reconocimiento del asturiano pero también que ve "impostado" el discurso de los populares ante esa cuestión.

Mercedes Fernández aprovechó su primera pregunta del año a Javier Fernández para preguntarle qué entiende por "cooficialidad amable", la expresión con la que el nuevo secretario de la FSA, Adrián Barbón, se ha referido a la nueva posición de los socialistas asturianos sobre el posible cambio de estatus de la llingua. "No soy el propietario de la expresión", contestó el presidente del Principado, que hizo hincapié en su posición sobre el asunto y en su hoja de ruta para lo que queda de legislatura. "No soy partidario de la cooficialidad", afirmó de entrada Javier Fernández para, acto seguido, insistir en que la política lingüística para lo que resta de legislatura es aplicar la ley vigente de protección y uso del asturiano al margen de que la FSA defienda la posición aprobada en su congreso en su próximo programa electoral.

"El problema de la cooficialidad es una vez aprobada despliega un haz de derechos y obligaciones que no tiene vuelta atrás y eso hay que decirlo con claridad", planteó Mercedes Fernández, quien justificó su rechazo porque "en todas las comunidades autónomas empieza igual y acaban siempre igual".

El presidente del Principado expresó su preocupación de que el asturiano se convierta "en un elemento de confrontación más allá de lo normal en política". Lllegado a ese punto, Javier Fernández dijo que ve "impostado" el rechazo de los populares asturianos y recordó que "usted estaba con Francisco Álvarez-Cascos cuando nos propuso la cooficialidad diferida, lo que hubiera supuesto que se pudiera aprobar con 23 votos a favor y 22 en contra en este parlamento, algo que no va a ocurrir porque el PSOE se opuso entonces al exigir que cualquier cambio tuviera que ser aprobado por una mayoría de tres quintos de esta Cámara".