El Principado afronta "el escenario presupuestario más incierto de los vividos en los últimos años", según reconoció ayer la consejera de Hacienda, al repasar los efectos de la prórroga sobre las cuentas autonómicas.

Dolores Carcedo alertó de que "estamos más débiles que nunca", una situación de la que responsabilizó al ministro Cristóbal Montoro, por el recorte de 116 millones de euros en las entregas a cuenta de la financiación. "Asturias no vive una sino dos prórrogas presupuestarias", resumió Carcedo, quien aseguró que el Gobierno "trabaja para minimizar los efectos". La no aprobación del Presupuesto regional supone una minoración de 12 millones respecto a las cuentas de 2017 y una reducción de casi 100 millones en el margen de endeudamiento, lo que "no permite hacer frente a la amortización de la deuda" de año. La Consejera avanzó que esa situación obligará al Gobierno regional a presentar en los próximos meses una ley de endeudamiento para cumplir con los vencimientos previstos. La diferencia entre haber contado con un nuevo Presupuesto y la prórroga vigente es de 272 millones de euros menos en el inicio del ejercicio. El diputado popular José Agustín Cuervas Mons, achacó la falta de Presupuesto regional "a las broncas internas de la FSA" mientras Enrique López echó en cara a la consejera de Hacienda que "la FSA no asume que Podemos representa al 20% de la ciudadanía". El portavoz de IU, Gaspar Llamazares, afeó a los populares que "vengan a pasar factura y no a tender la mano para aprobar créditos". Pedro Leal, de Foro, reprochó al Gobierno que "roza el fraude de ley" al prorrogar la deuda del presupuesto de 2017. Armando Bartolomé (Ciudadanos) emplazó al PSOE a "asumir el coste del fracaso porque en 7 años habrán tenido 4 prórrogas si tampoco hay nuevas cuentas el próximo año".