En la Universidad de Oviedo ese nivel de infrarrepresentación se traduce en las cátedras. Tres cuartas partes de los sexenios de investigación acumulados a ese nivel los han alcanzado varones: ellos tienen 753 sexenios de los 995 que corresponden a catedráticos de la institución académica. Para las mujeres quedan reservados 242 sexenios. No obstante, se han dado pasos, como señaló Cristina Valdés, con el ejemplo de las tres mujeres decanas, siete directoras de departamento y una variadas representación en instituciones como las direcciones de Universidades y de Innovación en el Principado, la dirección autonómica y estatal de la Ficyt, la delegación autonómica y la presidencia nacional del CSIC, la Secretaría de Estado de Innovación, y la presidencia de la Sociedad Española de Neurociencias están copadas por rostros femeninos. En la Universidad existe brecha en investigación pero las diferencias salariales más importantes se encuentran cuando se analiza la realidad de la empresa privada, explicó Cristina Valdés. Por eso, no es de extrañar que uno de los requisitos del Principado en el plan plurianual de financiación a la Universidad de Oviedo se incluya que se aumente porcentualmente el número de mujeres en órganos de dirección, aseveró la directora general de Universidades.