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JORGE LUIS ARIAS PÉREZ | Catedrático de Psicobiología en la Universidad de Oviedo | MARÍA BANQUERI LÓPEZ | Investigadora FPI del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Oviedo

Arias: "El retorno del talento no es cuestión de dinero sino de darle mando en plaza"

Banqueri: "Con menos medios, en la Universidad de Oviedo se hace Ciencia de la misma calidad que en otros centros"

Arias: "El retorno del talento no es cuestión de dinero sino de darle mando en plaza"

El catedrático de Psicobiología Jorge Arias cree que la Ciencia es uno de los trabajos más creativos. Comenzó a formar su grupo de investigación -hoy integrado en el Instituto de Neurociencias de la Universidad de Oviedo (Ineuropa)- a principios de los ochenta. Entonces los psicólogos iban de la mano de filósofos y pedagogos, hasta que fueron trasladados a la antigua sede de la Escuela de Comercio, en Oviedo. El actual, en la Facultad de Psicología, es su tercer laboratorio. Sus inicios fueron junto a un médico psiquiatra que al año y medio lo dejó. "Los comienzos siempre son duros pero tenía a mi favor que era yo solo para hacerlo todo y los rectores sucesivos fueron apoyando", explica el director de Ineuropa.

La investigación, eso sí, debe ir de la mano de la docencia: "Estar en contacto con los alumnos te ayuda a entender lo que haces", sostiene Arias. Es una filosofía que aplican sus discípulos. María Banqueri es una de las últimas incorporaciones del grupo. Llegó hace cuatro años de la Universidad de Granada para analizar el estrés temprano. "Me atraía la forma de trabajar del grupo", asegura la joven, que acaba de leer su tesis, dirigida por Jorge Arias, sobre "Impacto del estrés en la infancia: alteraciones psicobiológicas". "Aquí eres tú el que hace Ciencia", afirma el maestro. Y eso, para bien y para mal, tiene sus ventajas. "Formamos gente para que no tengan miedo al conocimiento, a hacer preguntas", plantea Banqueri. "Lo bonito de la investigación", reflexiona al más veterano, "es avanzar y seguir encontrando nuevas incógnitas". Ella así lo ha hecho con el estrés temprano. Según explica Banqueri, un porcentaje realmente elevado de niños en todo el mundo (50%) se encuentran expuestos al estrés desde los primeros meses de vida. El objetivo de su investigación era compendiar e integrar los resultados experimentales a partir de modelos animales y relacionarlos con el estrés temprano en humanos, que supone un desafío para un organismo en desarrollo. Además, da lugar a efectos negativos a medio y largo plazo en su cerebro. "En el conflicto de Siria hay ocho millones de niños desplazados, sin familia, o que nacieron en ese contexto. Ese trauma tiene un efecto sobre el sistema nervioso", asegura la joven doctora.

En el laboratorio ha trabajado con modelos de rata albina a los que separaba de sus madres en etapas tempranas y otras, más a largo plazo. Los animales que fueron aislados de sus progenitores más pronto desarrollaron conductas más impulsivas, se inhibían menos y eran más tendentes a trastornos adictivos. "Se les ve más proclives al consumo de drogas", indica. El grupo que había sido separado de sus madres más tarde sufría ansiedad y eran más inflexibles, "no eran capaces a cambiar de estrategia" porque su córtex prefrontal -la región cerebral involucrada en la planificación de comportamientos cognitivamente complejos-, no funcionaba adecuadamente. "Sus cerebros eran menos eficientes y gastaban más energía", detalla como conclusión de la investigación.

María está feliz buscando nuevos desafíos científicos en el Instituto de Neurociencias. Es consciente que tras la tesis vendrá una nueva estancia en el extranjero, tras haber colaborado anteriormente con la especialista en estrés prenatal de la Universidad de Edimburgo, Paula Brunton. "La Ciencia necesita de muchas personas colaborando, cada una contribuyendo en lo que es experto", añade. Y añade que, pese a contar con "menos medios", la Ciencia que se hace en la Universidad de Oviedo es "de la misma calidad" que en otros centros.

Se echan en falta, no obstante, más oportunidades para los que se van. "Un investigador posdoctoral fuera de España puede dirigir proyectos. Aquí vuelve como ayudante doctor y en cinco años no podrá ser investigador principal precisamente en el momento de apogeo de su carrera", lamenta Jorge Arias, "al final, el que se queda es el peor, el que no tiene ideas", sentencia. No es ya una cuestión de dinero, expone el director del Instituto de Neurociencias, sino de que "los que salen, puedan volver con mando en plaza".

Banqueri no pierde la esperanza y ya piensa en el siguiente paso en la investigación sobre el impacto del estrés en la infancia. En los casos de estrés temprano, los dominios emocional, cognitivo y conductual se ven comprometidos debido a las alteraciones que se producen en el sistema nervioso, siendo algunas de las más relevantes relacionadas con los principales sistemas de neurotransmisión. La cuestión ahora es plantearse alternativas de intervención y prevención.

En el laboratorio ya están trabajando con técnicas de luminoterapia y enriquecimiento ambiental (en 'jaulas' con juguetes), que simularían un escenario de una familia de acogida para los menores. Las técnicas de luminoterapia en las que el grupo está trabajando junto con ingenieros de la Universidad de Oviedo consisten en la aplicación de luz infrarroja que afecta al metabolismo del cerebro. "Aplicas energía para ver si logras actuar sobre algunas enzimas y proteínas", detalla Jorge Arias sobre un proyecto nacional en el que ya están trabajando. Se trata de intervenir en el cerebro a partir de impulsos de luz. "No es tan relevante el origen del estrés como los efectos que produce", señala su discípula.

Para avanzar en estos proyectos, coinciden ambos, es necesario acudir a colaboraciones con expertos de otras disciplinas y de otras universidades. "Ahora estamos en contacto con un grupo de Alemania", anuncia el responsable del grupo. Sus redes se extienden por toda España y Europa.

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