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El reglamento de Sánchez desata críticas en el PSOE: "Usa a las bases a su antojo"

El sector que se enfrentó a Barbón en las primarias cree que las nuevas normas internas "blindan a la élite del partido y son una involución"

El sector crítico de los socialistas asturianos cargó ayer duramente contra el nuevo reglamento interno elaborado por la dirección federal del PSOE, con Pedro Sánchez a la cabeza. Si bien están de acuerdo en que había cuestiones que mejorar o perfilar, la conclusión ante el nuevo documento es negativa en este sector y, a falta de un análisis más profundo, esa posición se basa en dos cuestiones: se blinda a la élite mientras se utiliza a las bases en función de su conveniencia, y hay un "absoluto intervencionismo" de la cúpula, cercenando la autonomía de las federaciones y agrupaciones locales.

En conjunto, las fuentes consultadas coinciden en que "hay una involución" y se incumplen los compromisos adquiridos por Pedro Sánchez en el último congreso federal. "Lo que hace es amarrarse al poder para que hasta 2029 no le moleste nadie, ni a él ni a quien él decida", resumió otro socialista.

Según los actuales líderes del PSOE, el nuevo reglamento supone una ruptura con el pasado, un cambio drástico del modelo de partido, dando mucho más poder a la militancia, a las bases, frente a los órganos de representación. Un modelo abierto en el que incluso los simpatizantes tendrán derecho a voz y en determinadas situaciones también a voto.

Pero los más críticos aseguran que "nada tiene que ver lo que se dijo y lo que se quiere 'vender', con lo que se hace". Y ponen ejemplos concretos, como la elección de los candidatos, "que se abre a los militantes e incluso a simpatizantes, pero el resultado sólo vale si sale lo que quiere la cúpula del partido, porque tiene capacidad para intervenir si no le gusta".

Otro de los consultados califica la situación de "sorprendente. Es aquello de 'todo por el pueblo pero sin el pueblo'. Eso sí, bien vestido para que parezca que se rompe con el poder establecido y mandan las bases". Un veterano socialista coincide en esta tesis y además pone un ejemplo: no se puede echar al secretario general con una moción de censura, sino que tiene que ser una decisión votada por los militantes. "Muy bien, pero es el secretario general el que decide si se convoca a los militantes. Hombre, cuando menos es un despropósito". En cuanto a limitar los cargos a tres mandatos, todos señalaron que "eso ya existe" y en el caso concreto de Javier Fernández "siguió un cuarto mandato como secretario general porque era presidente del Principado", explicó un buen conocedor de los estatutos del partido. "Lo que hacen ahora es limitarlo pero con excepciones, que marca el comité ejecutivo. Otra vez es la cúpula quien decide".

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