La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La nueva oferta formativa de la Universidad de Oviedo

Los ingenieros de Organización no podrán firmar proyectos, afirman los expertos

Los colegios profesionales celebran la implantación del nuevo grado universitario, pero alertan de su falta de regulación y de atribuciones

Los ingenieros de Organización no podrán firmar proyectos, afirman los expertos

Alegría sin excesos en los colegios profesionales de ingenieros industriales y de graduados en Ingeniería de la rama industrial ante la puesta en marcha del título de Organización. Si bien aprueban la implantación de un grado largamente esperado en la Politécnica de Gijón, reconocen como uno de sus principales inconvenientes la falta de atribuciones profesionales.

Sin posicionarse en contra, la visión de José Esteban Fernández Rico como decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales del Principado es que las profesiones reguladas cuentan con un soporte legal muy vinculado a cuestiones como la seguridad de las personas y la seguridad industrial. Algo a lo que no podrían optar los alumnos del grado de Organización Industrial. No obstante, añade que ello "no quita para que puedan coexistir unos grados con los denominados títulos 'blancos' (sin atribuciones). Hay que verlo con flexibilidad y plantear las titulaciones con un ciclo de vida razonable", expone Fernández Rico. A su juicio, lo que Bolonia trajo a la Universidad española es un sistema donde cada uno puede decidir hacia dónde dirigir su itinerario laboral. "Hay grados sin atribuciones que permiten desarrollos profesionales muy relevantes pero nuestra visión es la de una profesión regulada", aclara el decano de los Industriales.

Fernández Rico aplaude, no obstante, el principio de acuerdo entre Principado y Universidad para poner en marcha la Ingeniería de Organización Industrial. "Es lícito que cada centro trate de promover las titulaciones más adecuadas para el entorno en que se encuentran", sostiene. Y en un contexto "cada vez más dinámico, con una oferta profusa de titulaciones" cabe replantearse la visión de la universidad como algo monolítico para dar paso a la gestión de una oferta "más llave en mano", utilizando el lenguaje de los ingenieros. Sí reconoce Fernández Rico que la Organización Industrial estaba en el catálogo histórico de la ingeniería en Asturias, llegando a ser una especialidad de la antigua licenciatura de la rama Industrial. "No hay por qué limitarlo", añade el decano del Colegio de Ingeniería Industrial, "pero no podemos dejar de transmitir el mensaje de que si una persona quiere realizar un desempeño internacional, debe distinguir entre profesión regulada y profesión no regulada".

Formación en habilidades

En el Colegio Oficial de Graduados en Ingeniería rama industrial e Ingenieros Técnicos Industriales del Principado (el antiguo Coitipa) celebrarán el próximo 10 de marzo su fiesta patronal de San José. No faltarán tampoco en ese acto las valoraciones sobre el nuevo grado de Organización Industrial. En un contexto de activación de un número destacado de títulos universitarios sin atribuciones profesionales, en el Colegio son más partidarios de ir hacia grados que otorgan capacidad legal para la firma de proyectos, direcciones técnicas, o informes, entre otras tareas. Los denominados "grados blancos" ya suman un centenar en universidades de todo el país.

La idea, dice su decano, Enrique Pérez, es que los chavales terminen los estudios a tiempo y encuentren trabajo. Otras disquisiciones sobre la conveniencia o no del título queda para otros ámbitos en los que él prefiere no entrar. Y agrega que se plantee como se plantee, la formación de un ingeniero debe prolongarse a lo largo de toda la vida. "La carrera no vale para siempre; la formación en determinadas habilidades llega después de la Universidad", concluye.

Ambos decanos coinciden en el planteamiento expuesto por Enrique Macián, en nombre de los profesionales de la Ingeniería Industrial, quien en las páginas de este diario aludió el pasado domingo al "desatino" que representa la denominación de "ingeniero total" que desde algunos ámbitos se dio a los profesionales que salieran del nuevo grado universitario de Organización Industrial. "Estamos ante un grado sin atribuciones que no se corresponde con una profesión regulada", aseveró. "Es lícito pedir el grado, pero no lanzar infundados argumentos conceptuales que crean desconcierto y falsas expectativas a la sociedad", advirtió Macián. Conviene, eso sí, dicen en el Colegio de Ingenieros Industriales, "dar transparencia" para que se conozcan las restricciones a las que se exponen quienes lo cursen.

Compartir el artículo

stats