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Me quedo en el pueblo | Villacondide

La inspiración está en Coaña

Luis y Marga Robledo dejaron Oviedo para instalarse en la casa familiar y dedicarse a la composición musical y a la joyería artesanal

Luis y Marga Robledo junto a su diseño neofolk de la Cruz de la Victoria y algunos de los collares con esmaltes al fuego. ANA PAREDES

La inspiración está en Villacondide (Coaña), y así lo confirman los hermanos Luis y Margarita Robledo, quienes, tras residir en Oviedo, hace dieciséis años que viven, junto a su madre, en la casa que fuera de sus abuelos maternos. Allí trabajan en la creación artesanal de dos líneas de joyería creativa que lleva el nombre de ella, Marga Robledo.

A su vez, Luis es músico y compositor. "Marga y yo tenemos una gran afinidad estética. Somos de Oviedo, pero siempre estuvimos muy ligados a Villacondide, donde vivían nuestros abuelos maternos. De niños veníamos todos los fines de semana. Tras fallecer los abuelos rehabilitamos la casa y nos trasladamos aquí", recuerda Luis Robledo, que tras haber estudiado Diseño Gráfico, así como Piano y Solfeo en el Conservatorio de Oviedo, además de trabajar junto a su hermana, también es compositor musical, trabajo que firma con el nombre de Varón Dandy. En 2007 presentó su primer disco de electropop, y actualmente está acabando el segundo, al tiempo que trabaja con su hermana, además de componer para otros.

Ella, que estudiaba joyería en Minas en Oviedo, se sintió fascinada, como explica, "por los esmaltes al fuego. Fue un amor a primera vista, quedé completamente atrapada. Empecé a trabajar con ellos y tuve tan buena acogida que he continuado hasta ahora. También trabajé el vidrio Tiffany e hice piezas muy guapas, pero ahora estamos más centrados en las dos líneas de diseño y complementos de moda, con collares, pulseras, pendientes, anillos y broches", matiza Marga Robledo.

Una línea la protagoniza una muñeca asturiana que es al tiempo el logotipo de la firma, inspirada en el peinado "bob", el pop y las modelos de los 60. "Una línea es de alta fusión y la otra, la que podríamos llamar nueva joyería, sería toda la gama del metacrilato y la resina, en la que puedes meter oro, plata..., intentando ofrecer trabajos que nos singularizan", afirma. Muestra de ello es su ya famosa Cruz de la Victoria de inspiración neofolk; sin duda, un trabajo único, original, muy personal, fresco y asturiano, donde las referencias para su elaboración "son la imaginería naíf, el primitivismo y otros apuntes más actuales de arte urbano, como el grafiti o la nueva revisión del folk", explica Luis Robledo.

Ambos se muestran encantados de vivir en el pueblo. "Estar aquí es una maravilla. Internet no va rápido, pero no importa, funciona. Tenemos buenas conexiones por carretera y un paisaje espectacular cada mañana. Tenemos locura por esta casa y este pueblo. Es pura tranquilidad. No hay ruidos, tenemos unos vecinos estupendos y vivimos felices. Es fácil ser creativo porque todo te inspira aquí", señalan ambos. Además de vender en Asturias, también viajan a otras ferias en otros lugares de España. "Cuando viajas tienes la opción de adaptar tu trabajo al folclore de cada zona", señala ella. No echan de menos la ciudad para nada, y añaden: "Aquí aburrirse es imposible, ¿qué significa aburrimiento? ¡Lo que nos falta es tiempo!", afirman sonriendo.

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