Por San Valentín, dos días de veranín, podría ser el refrán ficticio aplicado para ayer y hoy. El paso de un anticiclón que cruza la Península desde el Suroeste, con sus vientos del Sur, está propiciando una tregua de temperaturas cálidas tras la ola de frío de las últimas nevadas. Ayer, los termómetros llegaron a marcar los 21 grados en Oviedo a primera hora de la tarde. La máxima registrada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Asturias fue de 21,3 grados en el campus de Gijón.

Después de jornadas de abrigo, ayer sobraba la chaqueta. Y la previsión para hoy es que la temperatura aún suba más. Pero que nadie se confíe: una borrasca procedente del Oeste dejará un fin de semana de lluvias y fresco, con los termómetros en descenso, aunque el domingo es probable que los cielos se despejen algo y luzca el sol.

La Aemet espera unas máximas de 20 grados en Gijón, 19 en Llanes y Avilés, y 18 en Oviedo y Navia. Pero la buena temperatura no evitará el paraguas. Las lluvias se producirán de forma generalizada en todo el Principado, en especial a última hora del día. Y en la costa, el fuerte oleaje causado por los vientos procedentes del suroeste obligará a extremar las precauciones. Los servicios meteorológicos han lanzado un aviso por fenómenos costeros en la costa occidental asturiana, en especial al final del día. Esa alerta se trasladará a lo largo de la noche hacia el Oriente.

Para mañana, viernes, el paréntesis primaveral de San Valentín ya habrá pasado. Se espera un día más desapacible, con lluvias en toda la región y en especial en la costa. Los termómetros iniciarán un descenso que continuará el sábado, según algunos pronósticos meteorológicos. Es probable que haya nieve, pero ya por encima de la cota de los mil metros.