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Los presos que estudian carrera tendrán celda individual y un horario a medida

La prisión asturiana impulsa un módulo para los reclusos matriculados en la Universidad o en FP, que incluso optarán a rebajas de condena

El Centro Penitenciario de Asturias le ha dado una vuelta al módulo número 5 para que acoja a internos que quieran estudiar, con independencia de la materia pero a condición de suscribir un compromiso de trabajo y comportamiento que le distinga del resto de internos. Aquellos que aceptan las condiciones, sin importar cuál haya sido su delito y condena, podrán obtener beneficios penitenciarios e incluso reducir su condena.

El módulo 5 de la cárcel asturiana acoge a poco más de medio centenar de reclusos que gozan de un trato diferenciado, que incluye incluso celdas individuales con el objetivo de facilitarles horas de estudio sin que sean molestados por la dinámica del resto del centro y de internos.

A cambio, el recluso debe elaborar su plan de trabajo, asesorado y apoyado por educadores, el psicólogo, el trabajador social y también por personas del exterior que acuden voluntariamente a darles clases.

Esto supone que "la primera condición para acceder al módulo 5 es que realmente quieran estudiar", explicaron fuentes próximas al proyecto. Pero además, deben someterse a una disciplina que implica, por ejemplo, "nada de participar ni verse implicado en peleas, y por supuesto, nada de drogas". El que incumple ese compromiso, es expulsado.

Los reclusos que ingresan en el módulo 5 tienen cierta libertad de horarios, facilitando así su acceso a la biblioteca y a los recursos que faciliten su estudio.

Ejemplos reales. Por ejemplo, los que cursen titulaciones universitarias cuentan con la "Plataforma educativa ALF" de la Universidad a Distancia (UNED), de apoyo continuado, que permite el acceso al material multimedia incorporado a la misma por los distintos equipos docentes, gestionada a través de los asesores UNED, según explicaron desde Instituciones Penitenciarias.

Las fuentes consultadas y conocedoras del proyecto ponen ejemplos con varios internos, que preservando su identidad, se han acogido a las condiciones de estudios con "muy buenos resultados".

Entre los casos está el de un joven condenado que está cursando estudios de controlador aéreo, o el de otro que se inclinó por Turismo. Un tercero está sacando el carné de patrón de barco. Y destaca un recluso de etnia gitana que "tiene una enorme inteligencia natural" y al que "los profesores le dan ánimos para que no se quede con la educación básica y avance". El objetivo último del módulo número 5 es la reinserción social, que empieza por la formación y por el compromiso de los reclusos a rehabilitarse.

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